Esas tardes en las que te llaman
para contarte que se ha muerto un conocido.
Te quedas sin palabras.
Y piensas: no he merendado,
u otra cosa sin sentido.
Hay tardes cretinas
en las que te derrota la idea de que no has vivido.
Y piensas: no he regado las plantas,
ni he planchado la camisa.
Hablando con los ancianos
descubrí que están vivos
porqué cuando les mientas un dolor
te dicen: mal año para los trigos.
Los pensamientos estúpidos
nos rescatan de las tinieblas
y son narcóticos contra suicidios
Pero no tienen prestigio.
Hay tardes cretinas,
tardes en las que se te viene a la memoria...
Ya va siendo tiempo de que me corte el pelo.
© Mariano Crespo Martínez
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