El suicidio perfecto
se podría consumar de niño
cuando piensas:
ahora me muero
y les jodo la cena.
Todos llorarán compungidos:
por qué no dejamos ir al niño,
con lo poco que nos hubiera costado.
Y ahora, fíjate, muertecito.
De mayor me maté varias veces y no ha importado ni un comino.
© Mariano Crespo Martínez
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