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lunes, 22 de septiembre de 2014

Expectativas



Si solo fuera que viéramos a los hijos 
siempre como aquellos niños 
que en un tiempo mutaron.
Es también que nos detenemos a observar
 en viejas amigas
 un retrato intemporal
de el paso de una cometa o de una noche de lascivia.
 
Y el lienzo se tersa como 
una restauración jamás concluida
a falta de una pincelada que se quedó en promesa. .
Y, sin embargo, tu amor 
tan a juego con el tiempo 
y lo que el otoño aguarda de la primavera.


© Mariano Crespo

sábado, 20 de septiembre de 2014

Puro teatro


De mi devoción a que el telón en el teatro

marque el principio y el fin de la mentira

tal vez me venga la pasión por el vestido largo.


De mi afición a colarme en la sala

mi convicción de que el amor no es de pago.


© Mariano Crespo

viernes, 19 de septiembre de 2014

Poética



Cómo se empieza un poema. 
No sé. 
En ocasiones 
buscando un antídoto 
una coartada 
un clavo ardiendo
un guiño
o un culpable.

© Mariano Crespo


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Duelo


Ayer me vino al recuerdo tu cara y hasta tu nombre 
y aquel día en que nos disputamos una mujer 
a la caída del plomizo sol de una pasión de verano.
Y también me vino esa rabia 
a destiempo que guarda el pistolero 
por no haberse detenido en un suspiro 
para ser más lento porque mejor muerto que asesino.
Y porque ganar
-lo aprendes tarde-
puede ser el más cruel de los castigos.

© Mariano Crespo


martes, 16 de septiembre de 2014

Tiempos livianos


Amé la frivolidad 
como arma contra tanto cretino 
que se creía más ilustrado 
cuanto más serio. 
Vivía en un país en donde el más triste
era candidato a académico.
Ahora, extendido este culto a lo etéreo,
a lo vacuo, a lo estúpido,
reivindico el rigor, lo sólido, 
la inteligencia cono fondo del ingenio, 
antes de que nos elevemos a la nada
por livianos, por escasos de peso.

© Mariano Crespo


lunes, 15 de septiembre de 2014

Programa de trabajo


Cuando yo nací,
Ángel González ya deliraba los poemas de amor
que yo ahora por dentro escarbo. 
Neruda se hacía llamar Pablo 
y ya vivía,
sin todavía confesarlo.
y Vallejo se había muerto 
para que se cumplieran sus versos proféticos
de aguacero parisino sobre un peruano.
Pero ninguno conoció tus ojos, amor, 
y por eso escribo. 
Esa es mi voz, mi programa de trabajo. 
Mi misión consiste en contar cómo es el mundo, 
cómo se transforma, después de tú mirarlo.


© Mariano Crespo

domingo, 14 de septiembre de 2014

Discurso



Voy a hablar de ti antes que olvide palabras 
o no distinga el orden, las formas y las pausas
y diga lágrima en donde quise decir patria.
Voy a hablar de ti ni bien ni mal 
- a quién le importa mi juicio de valor sobre las rosas- 
Voy a hablar de ti 
para engrandecer la lengua y la comisura de la boca.
Voy a hablar de ti 
y luego voy a callar para pensarte 
y a dormir,
para soñarte
para no perder detalle
y hablar de ti al despertarme.


© Mariano Crespo

sábado, 13 de septiembre de 2014

Frente de guerra



                                          (a Rigoberto Luis)

Mi compañero de cama en el hospital 
ha sido un anciano buen hombre
que se dio un golpe en la cabeza.

Se llama Rigoberto 
y así le nombraba 
hasta que cuando me dieron el alta, 
me intimó sin reproches
que le gustaba que Luis le llamaran. .

Siempre dejamos los mensajes importantes
para cuando no se precisan 
como las buenas obras
y afilar la guadaña.

Fue jefe de mesa en el Casino de Mar del Plata 
luego llegó Videla 
y como no era su apuesta,
ha sido fontanero en España. .

Marché sin preguntarle 
tan siquiera 
en cuál de los dos trabajos 
vio más mierda.

Parece que me afectó el golpe de Luis en la cabeza.

© Mariano Crespo


martes, 9 de septiembre de 2014

Todos los mares, el mar



Estamos llenos de registros. 

Elige de mí 
el que más te convenga
pero después no te arrepientas. 

Recordamos una tormenta 
y un mar
pero todos los mares 
tienen tormentas
y memoria todas las mareas. 

La que ahoga y la que besa
es la misma espuma.

Como la que trae o te lleva.

Estamos llenos de tesoros y de miseria. 
Como los mares
o la mar, 
el oculto nombre del planeta tierra.
 

© Mariano Crespo

lunes, 8 de septiembre de 2014

El observador


Hay mujeres que se dejan besar con pasión
y consienten desprenderse del disfraz 
tras recibir mensajes al oído, 
con la discreción del aliento suave.
Lo he visto desde muy joven
en el barrio, 
en el cine,
en el baile, 
y por las calles.

He dedicado mi vida a investigar esas contraseñas
para acceder desde los labios a los más bellos parajes. 

Dicen que amo la poesía. 
Una manera como otra cualquiera 
de etiquetar este gusto por la palabra, 
las flores ocultas y las llaves.
 

© Mariano Crespo

domingo, 7 de septiembre de 2014

Amigas



Me gustan las mujeres que cantan como negras
y dan abrazos de hombre bajo la lluvia.  
Me gustan las mujeres con la reputación tachada
que no usan antorchas en las cuevas
y que te avisan de que te van a decir la verdad 
con las manos en lo menos semejante a una lectura sagrada. 
Me gustan las mujeres con risa de seísmo 
y una mirada de estar de vuelta de nada o casi todo
pero con una maleta roja dispuesta
para saltar con tacones y petaca al abismo. 
Me gustan las mujeres divorciadas por lo militar
de amores con medallas al mérito de guerra.
Me gustan las mujeres leales y embusteras,
 
dos racimos de la misma añada y cosecha 
que lo que se bebe antes de morir o cambiar de planeta. 
Me gustan las mujeres con mala memoria de elefanta
y la manera abandonada de las leonas para ser reinas. 

Me gustan esas mujeres que han hecho de su amistad 
una gran parte de lo más rico, estable y torcido de mi existencia.
 

© Mariano Crespo

sábado, 6 de septiembre de 2014

Septiembre


Amo este mes que no aprueba nada a su tiempo, 
con olor a cuadernos, lápices y libros,
a mujeres que se fueron a la playa niñas
y volvieron con la mirada sabia de las aguas turbias.


Amo este entretiempo de entrepiernas 
que extravía la goma y el sacapuntas,
peleando con el cierre de un sujetador 
o peleando con el último poema del primer libro.(Siempre se mora en el primer libro
y en el último poema,
nunca te encuentras).

Amo este mes que tararea canciones 
con tanta fe y pasión que nunca las olvidas 
aunque pasen las guerras y callen los mirlos.

Amo este mes como a mí mismo 
porque te paraste en mi acera, 
miraste las lagunas de mis ojos 
y te quedaste a compartir un siglo.
 

© Mariano Crespo

viernes, 5 de septiembre de 2014

Estado de la cuestión




Tengo un dolor agudo en las suelas de los zapatos, 


una nota discordante en la banda sonora de mi ocaso, 

dos flores secas olvidadas los ojales de los enamorados, 


el perímetro alterado del deseo por los barrancos, 

la saliva agridulce de los médicos antes del diagnostico nefasto,


la ausente mirada del que corre tras el fin de la carrera,


la adición a la belleza de los que tienen por camello a un marchante,

 el efímero final del algodón cuando a las nubes el agua se les vierte

 la mirada rabiosa de las mujeres a las que engañó un sapo

 el ansia de guerra de los peces que dan paz a los hogares

 la derrota de los niños frente a un escaparate de pasteles

 la miseria del fósforo asesinado por un golpe de aire

 el rumor de las estrellas las noches en que se prende la mecha

 el sabor a olvido que tienen los recuerdos en los epitafios.



Tengo poco cielo mucho lastre
 

pero unas ganas enormes de tenerte ganas y besarte.


© Mariano Crespo
 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Mayúsculas y minúsculas


Si pensamos en la FELICIDAD, 
así con mayúsculas
uno se detiene en grandes valores 
y en inmensas penurias. 

Piensa en libertad, igualdad, fraternidad, 
paz, trabajo, cultura, salud y alimentos. 

Desea no enterrar a los hijos 
y que sean ellos los que te cierren los ojos 
y te den tierra. 

Pero no son más felices 
los beneficiarios de las condiciones mayúsculas 
ni los que no son visitados por el infortunio 
que todo lo derrumba. 

Tal vez por eso
altero mis expectativas
cuando me aparecen las minúsculas
y bajo los listones 
cuando me contemplo desde mi altura. 

Entonces cobran importancia 
detalles sin importancia 
que cambian el valor de la vida
pero no tasan en los portes ni en la factura

No aparece en neón 
el amor cuya pasión incendia cuerpo y alma,
ni el sexo del cambio climático que enaltece el clímax, 
ni la estatua de uno mismo en la glorieta de la infancia, 
ni el tener de mano los comodines de la baraja. 

Bajamos del pedestal 
y comprendemos como los almanaques 
que la existencia se compone de más rutina 
que de fiestas patronales.

Y aumentan su volumen 
como globos, a los que el aire 
agiganta cuando les libera
de su asfixia, 
asuntos triviales 
como esperar el sueño 
con la persona que quieres 
hablando de cosas estúpidas. 

Algo tan minúsculo 
como la cotidiana TERNURA. 

Cuando se hacen las plegarias 
conviene tener a mano 
un diccionario de asuntos pequeños
y olvidar la enciclopedia del abuelo 
que te hace tonto ilustrado 
pero poco o nada te enseña. 

Si esta noche vuelve el duende 
no me subiré a la parra
ni volveré a pensar si la tengo grande
o pequeña. 

© Mariano Crespo

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sin más


A este sábado le he dicho 
que no me es indiferente, 
que incluso me apetece 
quedar a la noche con el.

Pero que no se confunda,
solo como amigos. 

Y es que su fama lo precede. 

© Mariano Crespo

martes, 2 de septiembre de 2014

Tarea



Un poema de amor 

sin ti 
es como una trampa para ratones
sin queso. 

Ejercicio: 
Sustituya el pronombre por un beso. 


© Mariano Crespo

lunes, 1 de septiembre de 2014

Tristeza


Qué es la tristeza.

¿Conoces a uno de esos tipos 
que cuando suben a un piso cien 
en el 99 se preguntan para qué?
Bueno, pues, digamos,
que esos tipos 
siempre concluyen 
por caerme bien.

Qué es la tristeza. 

Algo que no existe 
como este tipo fantasma 
que, en conclusión, 
me cae bien 
pero deja al poema triste
cuando se pregunta para qué. 

Qué es la tristeza. 

Quizás los tigres cuando suman tres
o el piso 99 de cien
o la penúltima página del libro 
que lees apremiado
por ver si concluye bien.
 


© Mariano Crespo