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lunes, 30 de abril de 2012

AQUÍ, EN LA CHARCA



Aquí, en la charca,
desobedeciendo las consignas,
con el traje de campaña
y subrayados algunos libros
ayudamos a la primavera
en el cuidado de las plantas.

Aquí, en la charca,
hemos apostado por la vida
todas las fichas, los ahorros
y la borrica del abuelo Pablo.

Estamos convencidos
-en casa tenemos espejos-
de que la cara de perdedor

que lucimos por las calles
es la de Steve McQueen
en la huida.

Además los buitres
llevan varios dias de fiesta.
No nos arredran.
Deberían tener en cuenta
lo frívola y voluble
que es la diosa fortuna.

Aquí, en la charca,
a falta de monedas,
hemos optado por el trueque:
una manzana por carmín,
el póster del Ché por azucar,
"la metamorfosis" por Cucal,

el retrato de Karl Marx
a cambio de un revolver,
"las moradas" de Teresa de Cepeda
por un ático con vistas
al paraiso ahora y en la tierra.

Aquí, en la charca,
y en el siglo del desastre,
hemos abierto un polvorín
de amor, deseo y carne
-como su nombre indica-
y hemos clausurado el cementerio
porque en referendum
hemos proscrito la muerte
y a sus heraldos.

Aquí, en la charca,
te esperamos
si eres más partidario del dios sol
que de la diosa economía.


© Mariano Crespo Martínez

                   

domingo, 29 de abril de 2012

DOMINGO URBANO



Llevar por la mañana
a abrevar mi deseo
al pilón de la plaza.
Fumarme una pipa

en el poyete del corral.
Contarle un chiste de gatos
a un perro vagabundo
que se tumba a mis piés.
Decir buenos días
a las piadosas gentes
que visitan a dios los domingos
justo a la hora de misa.
Ir a ver de paseo
a mi amigo el pastor
con el que me siento
y apenas converso.
¿Como va eso?
Va.
Pues, ea, hasta otro momento.

Ese sería mi domingo ideal,
pero hoy está en una ciudad
impia, leyendo diarios,
cargados de malos augurios
entre restos de botellón
de jovenes que se embriagan
para olvidar que no tienen
ni trabajo ni futuro
y que son morosos
de los despilfarros de otros.
Yo mato el tiempo
buscando amigos cómplices
en un puñetero portatil
que desde buena mañana
se ha empeñado en joderme
con sus tozudos achaques.
Buenos días.
¿Como va eso?
© Mariano Crespo Martínez

                 

sábado, 28 de abril de 2012

EL POETA SE PONE FRíVOLO ESTANDO SOBRIO (Poema para pasar el rato y olvidar cuanto antes)



Sé muy pocas cosas sobre el amor
y además absolutamente inútiles.
Aconsejo no ir a una cafetería,

cuando una relación se tambalea,
el hilo musical solo pone canciones
de desamor especialmente dedicadas
para las grandes hecatombes.

No preguntes por qué te dejan

la verdad ya la sabes
y es posible que te mientan.
No engañes si eres el que dices adios
puede que te libres de una escena
pero dejarás de ser un bonito recuerdo.

Las mujeres suelen llamar hijo de puta

al hombre que no van a olvidar jamás.
Los hombres suelen llamar hija de puta
a la que le deja a la intemperie
sin cenar y sin sitio para dormir,
suele pillarles desprevenidos
que han caído en desgracia.

Por lo demás, llora si te lo pide

el dolor y la rabia.
Jura que no volverás a repetir historia.
Piensa en mil accidentes que le irían
de maravilla, o mejor cien formas
elegantes y dolorosas
de acabar con él o ella.

Desecha la idea de

entrar en religión
embarcarte en un mercante
o afiliarte a un partido
verde y comprarte una bici
y una parcela
para plantar tomates.

Tomate una pastilla

que te haga dormir
veinte horas y,
como no dejarás de ser un gilipollas,
coge al despertar el teléfono y
con tu voz más convincente implora:
¿Qué nos ha pasado princesa?

En cualquier caso siempre, siempre

siempre, no lo olvides, dependerás
de la decisión de ella.
Así que no te hagas más ilusiones
de manejar el ritmo de un romance
que las razonables: ninguna


© Mariano Crespo Martínez

         

NOCION DE PALOMA


Estoy mirando en tus ojos
mientras descansamos
de la labor cotidiana
de ingenieros contra precipicios
y barrancos.

Una mujer que tiene
gastadas las manos
por las caricias y el trabajo,
cansada la mirada
por descifrar con pasión
a Balzac, Tolstoi, Zweig,
y otros vicios solitarios.

Una mujer que tiene
la bondad de serie
pero sin certificados.
aunque heredera de las rosas,
de una de las trece,
que los ruines asesinaron
mira la vida en un rojo
sosegado y con dialogo.

El rencor es una planta
que en su jardín ni agarra
ni se planta.

Solamenta la enerva
y saca la artillería
cuando la confunden
la bonhomía
con inocencia.

Y que, por su costumbre
de mirar para otro lado,
cuando la prudencia aconseja,
crean que no se entera
de lo que está pasando.

Estoy mirando en tus ojos
mientras descansamos.

Pero es hora de volver
a la faena
y de seguir levantando
este puente
entre nuestras dos islas
en que estamos empeñados.


© Mariano Crespo Martínez
                                

               

viernes, 27 de abril de 2012

COTIDIANA



Decía Aute
que fría es la acera
de un beso de nadie.

Que frío es el abrazo
que no exisitió
porque no era
la oportuna calle.

Que condena es el tiempo
qus sujeta la hora
en que te fuiste
con una cadena.

Qué helado es el silencio
inalámbrico,
hierático
culpable.

Hay días en los que
da lo mismo si llueve.
No tienes ascensor
ni ganas de hablar
ni siquiera del clima con nadie.

La rutina
puede
ser
miserable.

Como queman
las hogueras apagadas,
Como hieren
las palabras no dichas.
Como fustiga
tu indiferencia,

Me gustaría ser un testigo inerte del tiempo
como un vulgar almanaque.

Pero tengo una foto tuya
que me duele en la cartera,
al lado del pecho
y esa ave que vuela.

El teléfono no me habla
desde que te colgué ayer tarde.

© Mariano Crespo Martínez



                 

jueves, 26 de abril de 2012

El Salario FB


Foto: ANA TOLEDO

Hay dias que te alivias
y otros que te descompones
y algunos que te vacías
y dias que te corrompes
según te vas desmuriendo.

Hay días de baile,
días de alivio de luto.


Días en los que te declaras
sin hacienda pero con entrañas
a una mujer que el azar te regala
y que te rompe las esquemas.
La besas.
La abrazas.

Hay días de delirio
y dias de paseos.

Días de rabia desatada
y de morderse los labios
y apretarse el sexo.

Hay días con 60 horas
y dias que se esfuman.

Hay noches que te lavas los dientes
y se te ensucia el alma.
Luego ,suena el despertador
y te duermes limpio
de polvo y paja.

Te detienes a ver lo que has escrito
como si fuera de otro.

Y encuentras ese salario:
6,7 u 8 "me gusta"
y algún comentario.

Alguna presencia como un beso,
alguna ausencia como un feretro.

¿Y mañana tendrás palabras?

¿Y mañana te conmoverá algo?

Siempre lo ignoras.

No tiene rutina ni horario
este oficio de impudor
tan estrafalario
.
Palabrero en las redes sociales
escribidor patológico,
pregonero tecnológico.

Cuenta historias solitario
frente a un teclado
que se convierte en un barco
sin bandera, sin armador,
sin brújula, sin rumbo,
con tarifa plana
y ganas de atracar
en un puerto
con tu sonrisa
esperando
y el ratón en la mano.

De siempre supe tu nombre y que me aguardabas.

© Mariano Crespo Martínez

             


miércoles, 25 de abril de 2012

Jazz en esta intemperie



Cuando el aire
no trae más que catarros
alergias y malos augurios
hay que trocarlo
en aire espeso
denso de calor humedo,
humedo de sexo humedo,
pañuelo que seca la frente,
escote de hembra con sudor perla
que atraviesa el desfiladero
que tu no atravesaste
e irse a Nueva Orleans
con sombrero y paso lento
de viajero sin equipaje.

Esperar a que rompa el aire

el chasquido de unos dedos,
los pasos de un camarero,
una rota garganta rota,
una lengua en otra boca,
un saxo que se desborda
unos pies que no paran quietos
o una cabeza que cimbrea
al ritmo de la modorra.

Hay un viejo que me mira

y veo la música en sus ojos
húmedos como añicos
de lo que fue una botella de ron
de lo que fue un solo de trompeta,
un lamento de clarinete
que me recuerda tu silencio negro
velando tu mirada verde.

Una banda de jazz
que embriague
esta tediosa intemperie.

© Mariano Crespo Martínez


                        

lunes, 23 de abril de 2012

ECONOMíA APLICADA



Es de difícil comprensión
aunque sea por mi estupidez
ese concepto
de que cuando estamos en recesión
y cuando estamos en crecimiento
tengo los mismos problemas
para llegar a fin de mes
con dinero.
España y este servidor
tenemos distintos modelos
de crecimiento.

Y soy un hombre afortunado

porque hay quien no tiene trabajo
ni prestacion económica
cuando el país está creciendo.

Tampoco entiendo en concreto

como según nos vamos empobreciendo
unos cuantos engordan
con nuestros esqueletos.
Como esos peces limpiafondos
que en las peceras domésticas
se van poniendo lustrosos
cuando los demás se van muriendo.

Amigos míos, el capitalismo

es tan facil de observar
como complicado de defenderlo.
Fundamentalmente se trata
de que usted ahorre y trabaje
para que en un momento de choque
su dinero sujete el derroche
de los dueños del invento
y sean más ricos los ricos
y usted y yo contentos
de tener dos manos.
Una para tapar las vergüenzas,
la otra para proteger el trasero.


© Mariano Crespo Martínez

             

Reflexión entre rosas y libros.




Y se llenarán las Ramblas
de libros al sol,
de muchachas en flor
y flores como palabras
de amor.
Y se leerá el Quijote
en público.
Pero despedirán
maestros
y ciéntificos
y bajarán el sueldo
a los que nos enseñan.
Y convertiran el templo del saber,
la Universidad,
en un coto privado
expendedor de títulos.
.
Y me iré con Cervantes,
con Quevedo, con Valle
a llorar ese tremendo desatino.

Un país que no produce conocimiento,
que convierte a los sabios
en viajeros,
está condenado al ostracismo.

Antes que buscar el cadáver de Lorca,
aunque encontrarlo sea necesario,
hay que leer al poeta vivo
en todos los colegios,
en las fábricas
y en los ministerios.

© Mariano Crespo Martínez

          
        

domingo, 22 de abril de 2012

DESEOS




Si me dijeran que querría
llevar como único equipaje
para toda una vida contigo,
escogería tres islas desiertas
y un mar de amigos.

Si una bruja buena

me concediera tres deseos,
como poca imaginación tengo,
diria libertad, igualdad, fraternidad,
de una puñetera vez
y sin que se cortaran más cuellos.

Y si me pidiesen

que cerrara los ojos
y formulara un solo deseo,
pediría volver a aquel pasado
de cazadores y nómadas,
antes de eso que llaman progreso,
cuando eramos tan salvajes
que al que tenía más que otro
lo echaban de la manada
por insolidario.


© Mariano Crespo Martínez

         

Un ser simple



Soy un ser simple.
Hay dias que para ser feliz
me basta un abrazo,
unas palabritas
y que los amigos
tengan la salud necesaria
para reir como cosacos.
© Mariano Crespo Martínez

              
     

SIN HOMBRES NI PUEBLOS ELEGIDOS




Me habían educado
para tenerlo todo claro.
El cielo arriba
la tierra abajo.

Los dioses en el templo
el hombre desterrado.

Pero los hombres me hablaban

y los dioses guardaban silencio.

Un día presentí

que era de los rechazados
que mi destino
era no guiar a nadie
era pasear a solas
sin caminos marcados.

Me quité el traje de certezas

cubrí de dudas mi cuerpo desnudo.
No era un ser superior
era un animal perdido.

Desde aquel tiempo

sobrevivo, a veces,
a momentos vivo.

No doy ningún consejo.

Escucho, leo libros,
aprendo, camino.
Y me voy haciendo viejo,
como los arboles
al pasar de estaciones
y de lluvias, soles y frío.

He obtenido alguna certeza.

La libertad es mi oxigeno.
Los dioses son limitados.
Los hombres, al contrario,
que los que habitan los altares,
nos reimos.
De la vida,
de la muerte,
de nosotros mismos.

Soy vulnerable

pero sin la mascara de la tristeza,
sin el caparazón de la verdad,
el tiempo me regala
emociones,
belleza, sentimientos
que compensan
este vértigo
de no ir por los caminos
protegidos
que me habían elegido.

Al igual que vosotros

he encontrado compañeros
de viaje y destino.
No usamos brújulas,
no pastoreamos amigos.

Recibimos a los niños

enterramos nuestros muertos.
Y creemos que somos iguales,
hombres, mujeres,
negros, amarillos, blancos
y que ninguno, ninguno, ninguno,
a solas, es un elegido,
y en conjunto, es un pueblo divino.

Somos de la estirpe

que evolucionó de un primate,
aprendio a reirse de si mismo
y creer en el libre albedrío.
Y que cuidar de su casa,
el planeta que nos cobija,
es lo único que tiene sentido
junto a que nadie tenga más
de lo qu tiene ninguno,
porque todos precisamos lo mismo.

Y nos mentimos lo justo

para desafiar los malos azares
del veleta destino.


© Mariano Crespo Martínez

                   

LA LIBERTAD



Si pensáramos los dias impares.
Si amáramos los dias de sol.
Si fuéramos invisbles los jueves.
Si estuviera prohibido morirse con lluvia.

Todo sería tan previsible.
Todo tan calendario.

Sin embargo, alguien te comería

a besos, como yo pretendo ahora,
aunque esté prohibido y nublado.

No estamos hechos, amor,

para lo que con nosotros
están haciendo.


© Mariano Crespo Martínez

                   

miércoles, 18 de abril de 2012

LA SAETA



Cuando la muerte ronda los pasillos.
Cuando las lágrimas comparten
salas de espera.

Cuando es peligroso
coger un ascensor

por si te encuentras
con la pena pena.
Cuando la cena
es la última cena.

Cuando todas las calles
dan al Calvario.
Cuando los naufragios, por rutina,
no son noticia.

Cuando tienes una herida en el costado
y te falta el aire
y venderías tu reputación
por un cuenquito de vinagre.

Cuando arden las entrañas
y te ponen compresas frias
que semejan
una corona de espinas.

Cuando no tienes palabras
para blasfemar
y al musitar, creen que rezas.

Cuando cada noticia es un epitafio.

Cuando eso pasa, hermano,
es que estás en semana de pasión.
Lo demás es un engaño.

Una representación trucada.
Un mago al que se le agotó la magia.

Mientras le pasean por las calles
yo he visto a Jesús pescando.
Se reía de que la muerte
redimiese algo.

La vida redime la vida
y el alba lo va anunciando.

Lo saben el sol y los pájaros.


© Mariano Crespo Martínez

                        

EL PROMISCUO



(Para don Manuel Pérez de Merlo)

El hombre que sale por las ventanas.

El dueño de los tejados.
El que confunde los nombres.

El que no entra en el paraíso
sino en el "Guinness" del vacío.
El que no sabe que la invasión
no es un lugar placentero.
El turista accidental.
El fontanero.
Aquel chico que recuerdas
como un constipado de abril.
Nunca foto de carné.
Impresentable (no presentado).
Solo, con leche, cortado.
El promiscuo es un viajante
que obtuvo una comisión
por cada beso prestado.
Nunca alcanzó a doña Inés.
"Single" de éxito.
Pegadizo y comercial.
Un chiste de madrugada.
Una peli para olvidar.
Y todos quisimos ser
esa parodia sin guión,
cuando la vida
nos daba un miedo ciempíes,
como abrir el melón.
En nuestro epitafio pusieron:
"Era mentira, angel de amor,
que en esta apartada orilla".
El apostante perdedor.
"Es la primera vez que me pasa..."
Y a otra habitación.

© Mariano Crespo Martínez

                                   

domingo, 15 de abril de 2012

Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI)


A ratos nos perdemos
en un laberinto oscuro
lleno de miedos
y paredes.
 

Nuestro interior
son tuberias invadidas
por pócimas de brujos sabios.
Estamos vivos porque un tozudo
aparato señala que respiramos
y que nuestro corazón late
en ritmos adecuados.
La orquesta sigue tocando
y tu quieres bailar con ella.

Cuando abres los ojos
alguien te lava con gasas el miedo
y te alienta a seguir mirando.

Pierdes el conocimiento,
deliras,
y ellas trabajan con compresas frías
para que tu incendio no te convierta en cenizas.

Adelante, vas a ganar a los bichos,
tienes gente que te ama y te espera.

Nos desollamos las manos

buscando una salida
a un encierro que es una tumba
o algo parecido.
Adelante, vas a ganar a los bichos
tienes gente que te ama y espera.


De repente,
rasgamos la pared,
hacemos un agujero
y nos desconcierta
esa mirada
que los honrados transeuntes
dedican a los supervivientes
de esas pesadillas
que todavía no han alcanzado
a conocer.

Ahí, con su luz de ave, está ella
aguardando.

Casí siempre aparece el estupor

porque uno ya no pertenece
ni entera
ni parcialmente
a ninguna de las dos realidades.

Es tan difícil escapar hacia adentro

como recordar el futuro.
Estoy vivo.

¿Cómo estás, amor?

¿Cómo están ustedes?


© Mariano Crespo Martínez