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jueves, 30 de abril de 2015

Amigas


                   "No ser amado es una simple desventura. 
                    La verdadera desgracia es no saber amar". 
                                                      ALBERT CAMUS

Las mujeres que cantan blues como negras
y dan abrazos de hombre o pulpo bajo el aguacero. 
Las mujeres con la reputación tachada
que no usan antorchas en las cuevas
y que te avisan de que te van a decir la verdad 
con las manos en algo que no semeja una lectura sagrada. 
Las mujeres con risa de seísmo 
y una mirada de estar de vuelta de la esquina o casi todo
pero con una maleta roja dispuesta
para saltar con tacones y petaca al abismo. 
Las mujeres divorciadas por lo militar
de amores con medallas al mérito de guerra.
Las mujeres leales y embusteras: 
dos racimos de la misma añada y cosecha
que el vino de antes de morir o de mudar de planeta. 
Las mujeres con mala memoria de elefanta
y la desgana salvaje de las leonas por ser reinas.
Me gustan esas mujeres que han hecho de la amistad 
y sus enseñanzas de paraguas silencioso en playas sin mareas
una gran parte de lo más bello, volátil y torcido de mi existencia.

© Mariano Crespo

miércoles, 29 de abril de 2015

Pausa


Acontece en rara ocasión 
pero sucede 
que te topas de golpe 
con el sueño fugitivo 
de tus noches 
del brazo 
de un desconocido 
o tomando prestada 
la sombra 
al mediodía de un parque
en la ciudad sin censo 
de las quimeras
que ya no arden.
Acontece 
esa parálisis 
que creías muerta 
en el cementerio 
de tu gris adolescencia
esa vista nublada 
ese terremoto en las piernas 
esa caja de ritmo en el pecho 
ese primer boleto 
para la muñeca desnuda
con tu sexo fallando 
más que una escopeta de feria.
Acontece 
que te detienes 
porque no era esto 
esto no era 
y se ponen a media asta 
todas tus banderas 
menos la blanca
y doblan las campanas 
por una mentira menos 
por una certeza 
que parece una muesca 
en las ilusiones perdidas
tras caer los dientes 
de leche 
y salir las muelas.
Y llegan las molestas preguntas:
por qué tanto tiempo aguardando 
si los engaños no tienen sala de espera,
por qué los sueños de la segunda vida 
se convierten en las pesadillas de la quinta.
Eres el que empieza a verlo todo claro 
cuando la viste desaparece.
Acontece en rara ocasión 
pero sucede
que te vas a vivir a una nube
llegas y llueve.


© Mariano Crespo

martes, 28 de abril de 2015

Irrenunciable


Los sueños tienen una base teórica
que el óxido del tiempo
y la basura vertida sobre los ángeles
convierte en cochambre. 


Puedes madurar,
pero quién renuncia al Che,
la primavera de París,
o Ava Gardner.

© Mariano Crespo

lunes, 27 de abril de 2015

Instinto


                          "Una  noche, senté a la Belleza en mis rodillas"
                                      ARTHUR RIMBAUD

Empecemos por el principio. 
Cuando se comienza
a derribar las murallas
con los labios
sin trompetas 
ayudado de versos de Rimbaud 
y la artillería de la ginebra.
Cuando se descorre la falda
o se indaga debajo de ella 
no se busca la rutina 
las huellas de los antepasados 
ni el ADN del candor de las muñecas.
Cuando se rastrean 
las huellas propias 
sobre las trincheras ajenas 
en el minado campo 
de la lencería y la cera 
las noches en que hay sangre
sobre la luna llena 
y duerme la inocencia
el peso de los elefantes
cae sobre la tierra 
que se conmueve 
como una virgen 
ante el rugido de la selva.
Entonces y solo entonces
te jadeo en el oído 
que empecemos por el principio
y queda todo dicho.


© Mariano Crespo

sábado, 25 de abril de 2015

Curiosidad


Los quince años, quizá. 
Un túnel en el que me venía corta la ropa 
y demasiado larga la vida.
Los dieciséis años, tal vez. 
Esa verbena en que llevaba un condón 
y medio frasco de agua de colonia 
si necesitaba cruzar un paso de cebra.
O puede ser que esta misma tarde
en que sobre la vida y de las mujeres 
preciso de chuleta o lugares comunes 
para explicar los sinónimos de dios sin blasfemar.
los antónimos de ti sin que las lágrimas me asomen. 
Vine con escaso bagaje 
y he aprendido lo imprescindible 
para no sonrojar a los cuestionarios
y saber la diferencia de matiz 
entre te amo y te quiero,
entre el amor y su precio. .
Soy de esa extraña tribu 
del siglo pasado 
que sobrevivió a varias iglesias 
y, en lugar de dinero, 
hizo un capital de dudas 
y de agujeros negros 
en la libreta de la Caja Postal de Ahorros. 
Los que nos preparamos para astronautas
en la academia nocturna de los deseos 
y acabamos ganándonos la esperanza
en la poética brigada del subsuelo.
Los sesenta años, puede ser, 
vendrán tras dos o tres catarros 
y sigo con la curiosidad del niño 
que se cayó de culo en primavera 
cuando sonó la trompeta 
que le regalaron los reyes magos. 
Puede que siga teniendo cinco años
y lo que quería venir a decir
es que por más que transcurra el tiempo
y aunque la búsqueda 
me haya mostrado frecuentemente 
la fría morada del desencuentro,
sigo poniendo la mano en el fuego 
por la curiosidad 
y su profeta el misterio.


© Mariano Crespo

viernes, 24 de abril de 2015

Lunas de miel


                                             Sólo quedamos vivos
                                               Sobre la ciudad kaputt
                                               Johann Sebastian Bach y yo 
                                               Y los dos muy borrachos”,
                                                    JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ
La recuerdo sujetando una cerveza 
mientras desafinaba Radio Futura. 
Meneaba con elegancia la melena
a la vez que la noche se empeñaba 
en mantener la verticalidad,
una vez perdida la cordura 
Los vatios propagaban que era Divina 
y yo pidiéndola en matrimonio 
porque nunca había visto una sirena 
por la que quemar mis calles 
y vivir eternamente en una pecera. 
Nos despertamos vestidos 
en una playa nudista repleta. 
Una metáfora de disparate 
con los cuerpos llenos de arena.

Eso fue todo
Tan hermoso como un bello descuido. 

Los elegidos por estas lunas de miel 
se despiden sin prometerse nada.
pero evoco aquel cuerpo desnudo 
pese a estar completamente 
vestida y no recuerdo su cara. 
Tengo solo dos pistas de aquella sirena
que era del Partido Verde y alemana. 
No sé si ella se acordará del suceso,
al menos de mis redondas gafas de pasta.

© Mariano Crespo


martes, 21 de abril de 2015

Génesis de una conjetura


Descartada París 
y las cigüeñas exentas,
digamos que la polinización 
de los agujeros negros
y la Vía Láctea
en el Monte de Venus
sin dejar de atribuir méritos
a las noches locas
por la cara oculta de sus senos
y de la luna
sumados al efecto placebo 
de Pink Floid 
sobre los teóricos 
cuando están ebrios.
Entonces,
ya te digo, 
por una centesimal probabilidad
en la ruleta del juego,
entre un guisante verde liso
el alfa y la omega
el limbo cerrado
equis y equis
equis e y griega
yo me lo guiso
de la chistera 
extraigo una flor
y estaba él
vulnerable
y protegido
sobre su madre
con el sexo herido.
Una criatura,
una conjetura
a la que di mi apellido.

© Mariano Crespo

domingo, 19 de abril de 2015

Infierno


Un día me llamaron para comunicarme

que habían aprobado la plaza de la Residencia 
que solicité para mis padres. 
Ellos habían cometido el grave error 
de morirse unos meses antes. 
No supe que contestar,
pero tras ese instante 
albergo la sospecha 
de que hay recados que llegan 
desde ese oscuro sitio 
de ese ámbito abominable
que archiva las fotos de boda 
de los divorciados,
el altar del desamor eterno,
los patucos del niño 
que naufragó en el parto. 
Yo, perdónenme, no soy creyente,
pero, olvídense de mí
si buscan un ecuánime que el infierno niegue



© Mariano Crespo

sábado, 18 de abril de 2015

Sueño


Las damas cimbreaban los abanicos para darle viento al tedio.
Era el preludio en re menor para un siglo venidero.
Creo que dieron en llamarle el del progreso.
Ella se desabrochó la blusa 
y, sin pudor, me dejó el corazón al descubierto.
Ella, coqueta y plural, como un centro de flores,
tiene todos los nombres del universo y de todos los jardines 
el tránsito de los tiempos.
No me pregunten como concluye el sueño.
Hace varias lunas que no me despierto.
Ni estoy en ello.
Los vapores de la fuente del delirio me regalan días bellos.
Me llamaban Amor 
y hay cabezas en las que dan por por muerto
desconociendo, incautas, 
al desabrocharse la blusa, 
que a su corazón le tengo puesto precio.


© Mariano Crespo

miércoles, 15 de abril de 2015

Mentir mirando a los ojos




                          “No cabe otra explicación, vida mía,
                           no le des más vueltas, sencillamente
                               se nos subió el amor a la cabeza”
Febrero” del poemario "Palabras para conjugar tu nombre"
                                        FRANCISCO MORA

Sabes, amor, ya cumplí la edad de los boleros.

Te sienta bien el violeta ciñendo el canon de mi deseo.

Los nardos están secos en la guía de los teléfonos.

Mis años ya tienen aledaños y una melodía por un euro.

Me siento tan feliz en este asqueroso charco 
que se me está licuando el alma y tengo rostro de sapo.

El mono desciende de mí y yo del árbol.
Soy insecto entre las flores
y por los alerones del tejado soy pájaro.
Pan caliente leo entre horas 
y vino blanco.
La tarde me regala el olor de los naranjos.

Los boleros hacen lo que no siempre logran los tahúres,
mienten mirándote a los ojos.

Así que si te roban un beso, no te apures,
tan solo es comienzo de los daños
porque te van a dejar el corazón para despojos.

Miénteme, amor, mirándome a los ojos 
los boleros han cumplido mis años.


© Mariano Crespo

lunes, 13 de abril de 2015

Salvoconducto


Uno empieza a entender 
que el mundo es una fila en desorden 
cuando viaja en maletas de mujeres 
que tienen por rutina perder el equipaje
o, como en las tribulaciones de un globo, 
empiezan a soltar lastre,
Dado que nadie respetable, 
con vocación de víctima, 
nace con experiencia laboral 
de bombero, con última residencia 
conocida en cualquier desastre,
comienzan a suceder peripecias 
para las que careces de palabra
que las bautice y dé nombre
tan solo signos de interjección 
y alguna blasfemia sin dioses.
Uno empieza a entender 
de qué va este extraño pasatiempo 
cuando una de esas mujeres 
que te dejó en una consigna,
reaparece por el reloj de arena,
abre la puerta y te pregunta
dónde estuviste durante esa ausencia
que le destrozó las vísceras
y acostumbraron al hielo sus venas.
La salvación es que has aprendido 
el salvoconducto, la contraseña:
esperando, amor, a que volvieras,
no concibo el mundo sin tu presencia.
En ese momento uno ya ha entendido 
que siempre hay alguien que gira la ruleta 
o empieza a repartir cartas 
de una baraja vieja de estreno 
como esa estación de vías muertas 
que renacen e inauguras cada primavera.


© Mariano Crespo

viernes, 10 de abril de 2015

Patrimonio


Mi padre supo adaptar sus ambiciones 
a la realidad. 
Una costumbre en declive.
Para vivir aventuras ya estaba el cine. 
Escribió a todas las estrellas del celuloide 
y recibió fotos firmadas 
y sobres con sellos del imperio
que guardaba en una caja 
junto a la de los gusanos de seda 
y la de las piezas del curso 
de radiotécnico por correspondencia,
con las que hizo el aparato de radio 
más dotado de transparencia.
No sintonizaba la libertad
pero olvidaron enviarle la tapa
y al milagro se le veían las tripas 
y a los locutores el guión y la garganta..
Os dije que adaptó sus ambiciones 
a la realidad pero no olvidó 
en su precaria tramoya 
su pasión por el celuloide, 
Invitó al cine a dos mujeres. 
Luci dijo que no.
Sí, dijo mi madre.
Ninguna carta de amor
puedo atribuir mi padre 
pero les juro que si veías 
con mi madre una película 
antes de que hubiera un crimen 
ella ya denunciaba al culpable, 
y sabía quien iba a ser besada
y el que iba a morir el primero
cuando se acercaba un desastre.
El siguiente plano que recuerdo 
de mi padre, en esta película 
tan extrañamente montada
es su mano tibia en invierno
llevándome al cinerama 
-él tan poco conquistador-
a ver "La conquista del Oeste"
con una invitación de butaca 
y mi pelo húmedo peinado a raya.
No se sí he sabido explicarme
sobre los remotos orígenes 
de mi culto por el cine 
de mi devoción por la radio
y el amor cómplice por mi padre.
Les ruego encarecidamente, 
como en los locutorios de radio
o en las salas de cine, 
que antes de leer el poema 
procedan a apagar los móviles.


© Mariano Crespo

domingo, 5 de abril de 2015

Cordura


No cualquiera se vuelve loco, esas cosas hay que merecerlas.
Julio Cortázar

Quiero que me recuerden por cordial, no por cuerdo.

Solo fuera de lo razonable encontré la fiesta.
Ahora que los locos son todos presuntos, 
yo me declaro desde ahora mismo culpable. 
Dementes fueron mis cómplices 
y encontré tu sexo en mitad de la demencia. 
Quiero que me recuerden por cordial, no por cuerdo,
porque hay que tener corazón de ángel 
y amnesia temporal de elefante en celo
para ir por ahí perdiendo la cabeza.

También quiero merecer que me recuerden,
sin más,
a secas.


.© Mariano Crespo

jueves, 2 de abril de 2015

Amargura


La amargura 
es el sedimento de derrotas en batallas
- ciertas o falsas- 
de una guerra no declarada.
La amargura 
necesita, como la lucidez, 
más de dos copas 
para salir de su cueva. 
La amargura 
es fea como la pobreza 
y los últimos clientes de las fiestas. 
La amargura 
hace del alfabeto de la blasfemia 
su lengua contra el destino, 
La amargura 
no hace prisioneros 
salvo el poseedor de ese veneno
y la miseria que siembra
agarra mejor en la mala tierra. 
La amargura 
es una enfermedad sin pócima 
porque aunque el paciente 
no tenga problemas 
si observa a alguien más feliz 
se expande como el rescoldo 
y desde el cerebro al corazón 
todo lo bello se quema. 
Pese a ello 
los que regresan de ese viaje 
por la estepa helada
del abatimiento 
tienen brillo de ángel en los ojos 
y destilan el perfume 
de los resucitados, ,
de las flores nacidas en el desierto.


© Mariano Crespo