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martes, 30 de abril de 2013

El óxido del tiempo sobre los labios




Para un trasplante con viabilidad
de vida sentimental ajena
no aceptarían mi corazón en prenda.


Mi generosidad echó el resto
cuando fui donante del banco de besos
para la transfusión de labios secos.


Fue cuando era joven y desconocía,
incauto, que vienen numerados, con cupo,
y se oxidan al caducar la garantía.

La lluvia y el paso del tiempo depredan a los besos.


© Mariano Crespo Martínez



                    

                                         

Black and White




Lo nombrado bien y mal
no es un lugar concreto.
Son una fuerza transversal
de universal vocación.
El bien, por fortuna, existe
mas es en exceso discreto.
El mal dispara a discreción
y si yerra, no desiste.


Black and white, hablando en castellano,
significa nuestro gris eterno.             


© Mariano Crespo Martínez






                               
                               

lunes, 29 de abril de 2013

Propuesta




Presumo que no es popular
y que la indignación
se erige en nuestro único alimento.

Mas si el poder
opta por la piromanía y el encanallamiento,
prudente es escoger
sosiego y comenzar el reclutamiento
de palabras y bomberos.



© Mariano Crespo Martínez





                             

Enredo



"no es verdad que haya un hilo
uniendo el corazón de los enamorados".
VANESA PÉREZ SAUQUILLO "Bajo la lluvia equivocada".


Si la Red fuera, ay, una tela de araña
de conspiración contra el desafecto.


Ay, si la red no fuera una cucaña
en donde se dan palos de ciego.


Parece igual pero es bien distinto
estar acompañado en la red que emboscado en un enredo.


© Mariano Crespo Martínez



                        


                              
                                 

domingo, 28 de abril de 2013

El matrimonio según San Són




Fuera de todas las modas
cantará la tuna de Ética
en mi noche de bodas.


Pasaré la miel en la luna
nos haremos novios del viaje
al hueso de una aceituna
por tu autovía sin peaje.


Fuera de todas las modas
me casaré por Consejo de Guerra
oficiado por cabos rapsodas.


Desconozco si es grato al mercado el matrimonio
entre enamorados frente a la boda ante notario
con fusiones de razón social, renta y patrimonio.


Somos de distinto género pero del mismo sexo.
el divino sexo humano.


Amor, me corto el cabello le pido a tu madre la mano.
y tus ojos que brillan cual faros marinos en un anexo.


Y nos unimos por la fuerza del evangelio según San Són.


© Mariano Crespo Martínez






                                 
                               

sábado, 27 de abril de 2013

Eleuterios



Somos un país paradójico.
Eleuterio, en su origen griego,
significa Aquel que es libre.


El más celebrado, perseguido, de mi generación era un preso.

Un bandolero converso al Derecho.


Ahora el camino se hace en sentido
invertido, también quiero decir inverso.


Y más necesarios que nunca son los eleuterios.

© Mariano Crespo Martínez






                             

viernes, 26 de abril de 2013

Fábulas






La construcción social de la realidad también es una burbuja.


Resulta tan cruel y absurdo el espejismo

que cuando se da el revólver del voto al obrero

por rebeldía, en el pie de apoyo, se dispara a sí mismo.


Bajo el deseable hechizo del hada suele esconderse una bruja.

© Mariano Crespo Martínez








                             

jueves, 25 de abril de 2013

Primavera



Unas ramas verdes me han brotado
como al olmo centenario
de don Antonio Machado.


Parece como si me mirases
o este sol tuviese a bien hacer milagros.


© Mariano Crespo Martínez

    
                      

                   
                      

Poner por testigo



Uno de los asuntos que me fascinan
de las viejas costumbres del Derecho
es cómo la gente juraba decir la verdad,
toda y nada más que ella,
sobre un libro de leyendas.


Poner a un dios por testigo es una impertinencia.

Semeja una invitación al perjurio.


Los romanos,
más coherentes,
menos soberbios,
se agarraban los testículos.


Tengo por uso
desde este criterio pagano
dar más peso al juramento sereno
de una mujer por sus hijos,
fruto de su carne rota y partida,
que al apasionado de un guerrero
por dioses fruto de sus necesidades. 


© Mariano Crespo Martínez





                             
                               
                          

miércoles, 24 de abril de 2013

Contra pronóstico




No cotizaba, por evidente,
en las casas de apuestas
que el amor nos hincaría el diente
de la derrota sin remedio.


Despreciaban la terquedad ardiente
de tu corazón con muescas
y mi obstinada capacidad para el asedio.


Contra pronóstico mi expediente me concede un privilegio.



© Mariano Crespo Martínez




                             

                              

Gata y araña



Qué difícil lo hacemos.
Llamamos presentimientos al poso
de besos con sabor a fracaso.

Dejamos el corazón en reposo
por un letal por si acaso.

Somos nuestras fobias en olores,
nuestras filias en aroma, en el vaso
la esencia del vino en viernes de dolores
donde somos la buena muerte en paso.


La procesión de nuestra padre, el orgasmo.



Nunca supimos a qué huelen las nubes
pero hemos conocido el hedor de las compresas usadas.


Los patios de vecindad
están más próximos a las alcantarillas 

que a las orillas de las hadas.

Si no has pasado el rato
estudiando la estrategia de la rata
te faltan seis vidas para nacer gato.


Los arañazos en la espalda son siempre de gata.
Esa mujer que gime, saca las uñas y araña.


© Mariano Crespo Martínez






                            

martes, 23 de abril de 2013

OVNIs




Fui hijo de porteros.
Conozco lo que es estar arriba y abajo
y no confundo el Wall Strett del libre mercado
con el mercadillo de El Rastro.



La portería es un chiscón en el suelo
y se duerme en una buhardilla
en un alto tejado bajo
que queda a varias atmósferas del cielo.


Este país, con mal de altura,
confunde a menudo buhardillas con áticos
y aves de rapiña con Objetos Volantes No Identificados.


© Mariano Crespo Martínez





                             
                             

lunes, 22 de abril de 2013

Crepúsculo



Díganme a quién le importa la hora
si ninguna certeza nos aguarda.
Cuando hasta las previsiones no están previstas.


La lucidez crepuscular
que ilumina el ocaso no la alcanza la aurora.


© Mariano Crespo Martínez






                             

domingo, 21 de abril de 2013

Lejanías



Puede que, a lo peor,
contemplado en la distancia
sea tan despreciable
como esas cosas que me espantan.


Sucede que, para mi bien,
no me diviso en la distancia
porque, cuando me acuesto, me quito las gafas.


© Mariano Crespo Martínez





                              
                             

sábado, 20 de abril de 2013

Coleccionistas



Amigos tengo que coleccionan blancos
en el mercado negro.

Amigos tengo que coleccionan sellos,
ranas, novias, fotos de cine, prospectos,
elefantes, cromos, despedidas, billetes de metro.


Modestamente,
he iniciado hoy una colección de recuerdos
pinchados con un alfiler como mariposas
que no vuelan y se empolvan en museos.

Abre mi muestrario
la añoranza de mis dedos

por cuando soñaba con un país libre,
próspero, culto, ilustrado, alegre,
de niños que jugaban sin deudas ni miedos.



Amigos tengo, ay, para mí provecho
que me muestran en su surtido de afectos.


Plomizos tiempos estos en los que se colecciona plomo.




© Mariano Crespo Martínez





                               

viernes, 19 de abril de 2013

Cálculo y trayectoria



Hay cosas que tengo en cuenta.

Aunque soy de letras
no me da lo mismo ocho que ochenta.


© Mariano Crespo Martínez




                     

jueves, 18 de abril de 2013

Ars Amandi





Procedo del erotismo
de los que miraban de reojo
la pantorrilla negra
de las mujeres de negro velo.


 Me he dejado la vista
de costurero morboso
enhebrando agujeros.


Escrutando por las ventanas.


Atesorando bajo del lecho
un burdel de papel
con mujeres en blanco y negro
con tarifas a precio de imprenta,
servicio urgente
de unos gametos
clandestinos,
como unos genitales
de los servicios secretos
en donde uno evacua
la pasión,
junto a los excrementos.


Esa ignorancia deja culpa,lax

lastra el placer con un peso,
pero también genera un gusto
morboso por el misterio.


Los curas ignoran
que una playa nudista
es la tumba del sexo,
como una carnicería,
como la consulta de un ginecólogo,
como un pase de modelos
anoréxicas y pálidas
procedente del campo de exterminio,
cenizas del deseo.


A las mujeres
las visten modistos que se excitan
con hombres y crean
muñecas de cera
y recortables en pliego.
A veces las visten con corbata,
y un día las pondrán un bigote
de pega sobre los labios
de la cara
como lo dibujan
sobre los labios
húmedos y escondidos
del tesoro sin archipiélago.


Una mujer es una caja fuerte,
que cuando está abierta
no sustraes el dinero.
Adivinar la clave,
deshojar el misterio,
derrotar al desaliento,
encontrar la palabra adecuada
en prosa o en verso,
sostener miradas que deslumbran
eso es, para mí, el sexo.


Luego la culminación
es la parte animal,
una gimnasia de Venus,
necesaria como los finales felices,
pero triste porque los desenlaces
son previsibles.


Lo imprevisible, lo mágico,
es crear el argumento.


Leonard Cohen, Bukovski,
Nobokov, Romero de torres,
Lawrence, Aute,
Felllini, Berlanga,
Lewis Caroll,
Henry Miller,
Aristófanes,
Eduard Fuchs,
Bocaccio,
Daniel Defoe,
Pierre Louis,
Margarita de Valois,
Francisco Delicado,
Quevedo,
Henry Fielding
y, tantos otros,
comparten
estos pecados inconfesables,
aquellos vicios solitarios,
esos santos lugares.

© Mariano Crespo Martínez



                    
                          

miércoles, 17 de abril de 2013

En donde se fechan y cifran las noticias



El mundo es muestro proveedor,
nuestro camello,
de esa adicción a las malas noticias, insaciable.


Esa dependencia de las tormentas,
cobertura para no salir a calarse el cabello.



La tristeza compartida no pierde su lado miserable.


Si hoy te levantas con un beso,
ese teletipo bello
remítemelo por morse.


© Mariano Crespo Martínez


                  
                   

lunes, 15 de abril de 2013

Turno de oficio



                            


Este, además, es un oficio sin horario.
Cuando estás en la cama, sin coartadas ni testigos
te surgen los versos
de tu sumario,
perdón,
poemario.



Y te levantas raudo,
pese a la pereza,
para escribir tu defensa
en ausencia de ilustre
abogado.


Soy un presunto poeta del turno de oficio,
letrado,
sin beneficio.


© Mariano Crespo Martínez



                    

                                       

viernes, 12 de abril de 2013

A por el mar desde la espuma



Con rabia y por rebeldía
en el domicilio del desamor hago escrache.

En la playa de Normandía
espérame, amor, desembarco, dia D hora H.

© Mariano Crespo Martínez



                   

                   
                   


miércoles, 10 de abril de 2013

Lista de espera



Llegará un día,
lo vislumbro,
en el que no me arrepienta
de haber pasado por aquí.


Y en esa cita,
en la lista de espera,
agradeceré a los dioses
que me hayan dado el tiempo necesario
para vengarme de mis errores.

© Mariano Crespo Martínez

                    


              







                   

Qué mal está el (ser) vicio


De todos los vicios que cultivo
el sarcasmo me agarra mejor que los geranios.


Además, la soledad, ese vicio de uno mismo.
Ser (vicio), qué mal está
si conduce al egoismo.


© Mariano Crespo Martínez






                              


                            

domingo, 7 de abril de 2013

Emergencia




Cuando una mujer te susurra
no te me pongas tierno.


Si no llevas ternura suelta, sal corriendo.


© Mariano Crespo Martínez







                           


                              

Nocturno marinero




Qué te pudiera abrir con una mano.
Qué te pudiera cerrar con los labios.


Qué hay tras la quietud de los álamos.
Qué leve es la huella de mis pasos.


Qué profundo el mar
y estéril el fracaso.


Los peces, incluso cuando hablan, siempre callan algo.



© Mariano Crespo Martínez




                      

                                    

viernes, 5 de abril de 2013

MCM



Ensimismado ante mis siglas, mi siglo y sus años
constato que soy mil novecientos en números romanos.


Secular, con pocas luces y mucha barbarie,
con sus cloacas y su quosque tandem,
con sus gladiadores y sus ciudadanos,
con sus suspensos en el tan citado Derecho.


Haber tenido un imperio
no es una común manera de estar en ruinas.


Si leyéramos a los antepasados
sabríamos quién abre la puerta a los bárbaros.


Las culturas se derrotan de hastío

cuando la ética no provoca entusiasmo.



No puedo quejarme del trato de la vida
pero no quiero detenerme ante el retrato.



Los escultores saben que el canon no son los modelos
y que la belleza no siempre se le extirpa a la piedra
o encuentra, qué crueldad, una mirada analfabeta.




© Mariano Crespo Martínez



                    

Jugar con el verbo



Te buscaba,
te buscabas,
te buscaba.


Con un pasado tan imperfecto
y encuentro mi presente continuo, contigo,
y presiento el futuro y el pasado
a solas, en la mañana
encapotada de azul cala.



Ahora ocupo menos tiempo
conjugando con jugo
en
los verbos.

El verbo se hizo carne,
en el Evangelio
según San Juan y en mi casa
y en mi ventana
y en mi calle
.



© Mariano Crespo Martínez





                             
                                 

jueves, 4 de abril de 2013

Abril 2013



Emboscado bajo el violento cielo primaveral
de un abril de lágrima fácil, convoco a mis fuerzas
vivas para que no se rindan ni se mueran.


Hay una impertinencia de rosales encendidos que esperan.


La dignidad no está en venta,
no se alquila la libertad para edificar urbanizaciones
con vistas al Mar Muerto.


Si nos han declarado la guerra
apelo a la paciencia de declarar una paz itinerante
con correos de palomas mensajeras.


No me hagan del Gran Capitán,
ni cuentas, ni cuentos.


No se me pierdan por Úbeda.
Por esos cerros.


No ignoro que han puesto detectores de libros
en los aeropuertos
.
Y que el título del forro no despista a los perros.

© Mariano Crespo Martínez







                            

Retoños



En marzo nació uno de mis hijos
en abril el otro.


Esa grata tarea de llenar de flores los paritorios.


© Mariano Crespo Martínez



                  

                                        

miércoles, 3 de abril de 2013

El espía alado de Olmedilla



Aunque hace años que falta mi madre
no me resigno a que el pájaro no tenga trabajo.


Ese ave chivata que,
desde mi infancia,
la contaba todo lo que pienso y callo y hago o no hago.


© Mariano Crespo Martínez







                               
                                

martes, 2 de abril de 2013

Estirpe de Caín




Aunque tuve hermanas y no hermano,
he pasado las de Caín
pese a llamarme Mariano.


Cuando encuentran una quijada me acusan de asesinato.


Sea Kennedy, Luther King o un Papa de Cónclave equivocado.


Desde el Alfa a la Omega.
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis
me he pasado la vida huyendo de alguien, de algo.


Soy el mayordomo,
el negro, el gitano, el chicano,
el paria terrenal,
el indocumentado,
el mirlo blanco,
el que está en donde no conviene y fuera de horario.


El correo culero de cebo
para llevar la mercancía a otro destino.
El señuelo.


Culpabilidad de infancia fugitiva
y olvidada en el templo,
confieso sin evasiva
en el diván del austriaco.


Que sea inocente
no cuenta para los prófugos y hasta da pudor declararlo.


© Mariano Crespo Martínez






                             
                              

lunes, 1 de abril de 2013

Retorno a Procedo


No tiro la toalla.

Rindo cuentas.

Pido habitación en posadas de silencio.
Tomo mis dosis de trenes.

Aguardo con paciencia
las tangentes
mágicas sobre tu pelo.

Soy un hombre con prudencia
pero de caminos imprudentes.

Los senderos largos del lobo en celo.

La documentación en regla.

El látex de los deseos.

A las tantas me desvelo
y comienzo un verso.

Vivo a tres pasos del paraiso
en un lugar incierto.


Con la querencia del que vuelve a Procedo.
La patria inventada de los que no tienen pueblo.


Errante como un caballero.
Como un monje, silente.


Procedo de la hoguera.
De las cenizas vengo.
No necesito palabras para encender un sentimiento o un fuego.


© Mariano Crespo Martínez