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miércoles, 31 de octubre de 2012

El primero


 
 
 
La crisis,
la necesidad
nos hace tasar
lo irrecuperable.

He leído en los diarios
que hay mujeres no profesionales del sexo
que ofrecen su virginidad en el mercado.

 No puedo juzgar.

Un poeta no debería vender su primer poemario.

Nos redime que aunque novedad
siempre es un libro de segunda mano.

A la imprenta los versos llegan poseídos, amados.
 

 © Mariano Crespo Martínez



               
                        

martes, 30 de octubre de 2012

El envés del sueño

 




 El caprichoso destino del hombre
le encamina a ser hacedor de su ocaso.

Es la maldición del absurdo.

La rueda,
con su vocación asesina de piernas,
 se inventó paso a paso.

El destino presume de argumento burdo.

Cuando plantas un árbol también engendras un pirómano.
 


 © Mariano Crespo Martínez

              
                                       

lunes, 29 de octubre de 2012

Los astronautas enamorados

 

Tiene una mirada que semeja un cosmos.

Las más curiosas estrellas escrutan su futuro
en la contemplación del prodigio de belleza
germinada en el misterio de sus ojos.

Tiene una mirada limpia, quiero decir.

Los astronautas enamorados no somos parcos ni claros.

¡Houston, tengo un problema!

 
© Mariano Crespo Martínez



                       


                       

domingo, 28 de octubre de 2012

Los años, castañas y castaños



En atardeceres fríos como el de hoy,
mi madre tenía por costumbre,
convocarnos en la cocina a cocer castañas.

Primero se calentaba el aire
y después las manos al pelarlas y soplar
como si fueran velas de cumpleaños.

Me vienen a la memoria
las manos nudosas y llenas de ríos
verdes de mi abuela
acercando los dedos a lo que asomaba
bajo un pañuelo negro que le cubría la cabeza.

El fogón era de carbón y astillas de madera.
Mi sillita de nudos y cuerda.

A la noche llegaba mi padre
y tras quitarse la bufanda
se servía en un vaso para enanitos
dibujado de flores en círculo
un chorrito de anís del mono.

Yo creo que en mi familia nadie tuvo perras
pero frío tuvimos en abundancia en casa.

Los troncos de los castaños
guardan grabados
con el cuchillo de los años
nombres de mis entrañas.
 
Adoro las castañas.

© Mariano Crespo Martínez



                 

sábado, 27 de octubre de 2012

Los peces dorados y la leyenda

 
 
 
Cuenta una vieja leyenda
de un territorio sin fronteras,
en donde los hombres se afanaban
en la pesca de un pez dorado
que, habitando en un caudaloso rio sin nombre,
desembocaba la mar de bien
en un océano cualquiera.

Lo que oculta la leyenda
es que cuando alguno de los hombres
divisaba el codiciado trofeo,
llevado por un extraño impulso,
desviaba la mirada,
retiraba el anzuelo
y concluía la jornada
regresando a la taberna
a pagar una ronda,
a comerse las palabras
y a poner en duda la existencia
del nadador furtivo
hijo ilustre del pueblo.

Era una aldea de gente feliz con poco éxito en la pesca.

La leyenda debe tener moraleja
pero nunca logré cogerla.

Los peces dorados se emocionan
y al narrar los finales lloriquean, balbucean,
y no conozco entre los peces ninguno que les entienda.
 

 © Mariano Crespo Martínez






                              
                                

viernes, 26 de octubre de 2012

Pensando en ti


 
 
Pensando en ti escribo en el aire
frases de amor
pétalos de palabras
que la lluvia firma,
al que el viento esconde
los puntos, los acentos, las comas.

Búscame en el parque
soy ese señor al que dan de comer las palomas.
© Mariano Crespo Martínez




                  

jueves, 25 de octubre de 2012

¡Silencio, se ama!


 
 
 
Cuán refugio es el silencio.
La palabra es un perfume cuyo abuso empalaga.

Como el lamido de un perro
o de un bebé la mirada.
 

Quiero decirte te quiero sin usar una sola palabra.
 



 © Mariano Crespo Martínez
               
                  

martes, 23 de octubre de 2012

Las desprendidas nubes y los pájaros


 
 
Llueve otoñal
y me cobijo como un pájaro.
Él sobre la rama, yo debajo.

Octubre nos lo estaba regateando
pero se le ha desbordado el lacrimal del calendario.

La lluvia de otoño es un marca páginas
de vivencias del pasado
y en cuanto te moja
te traslada a un adiós, a una llegada,
a un abrazo.

Llevo las manos en el bosillo y paseo de tu mano.
Patinando sobre las hojas muertas
y los labios que en primavera cobijaron un beso robado.
Si cierro los ojos y cuanto hasta veinte
doy tiempo al poema a esconderse tras un álamo.
Mi vida son cromos repetidos que no cambio.

Las nubes están empapadas de mis sueños.
Llueve otoñal y tengo el sombrero abrumado.


© Mariano Crespo Martínez




                    

lunes, 22 de octubre de 2012

Juán Carlos Mestre, poeta, amigo.


 
Presentación realizada por el poeta Juan Carlos Mestre de mi primer poemario "Bailando con Charlie Parker y otros secretos voluntarios". Jamás olvidaré la generosidad del poeta para con el libro, para conmigo con sus impagables consejos durante el desarrollo y en su apoyo incondicional a mi trabajo.


                     

El hombre y sus necesidades



Algunos de los del antiguo bachillerato de ciencias
torcerán el gesto y no darán crédito a mis palabras.
Esos chicos y chicas que creen
que la razón es la que sustenta este jodido desorden.

Yo hablo a menudo con los dioses.

Puede que estuviese por terminar septiembre
cuando tuve mi última conversación
de lo efímero a lo inconmensurable.

Demandé el conocimiento del principio
de todo este absurdo,
yo no empiezo por el final los libros.

El principio general no lo conocemos los dioses, me dijo.

Qué conocéis entonces.

Conocemos el principio de este capítulo.
 Aquel en que el hombre empieza a tener necesidades.
Ahí nacemos los dioses y el hombre construye su muerte.

No me dijo más
pese a que tenía tantas preguntas en la punta de la lengua.

A él se le hacia tarde y yo tenía que despertarme.
 


© Mariano Crespo Martínez
© "Soñar con dioses". Fotografía de
Toni Catany




                    

viernes, 19 de octubre de 2012

Calles paralelas


 
 
Tengo amigas estupendas abiertas a una relación
y no la encuentran.

Y amigos que me juran por la cobertura de su móvil
que están en idéntica circunstancia.

Eso es lo que me dicen mirándome con ojos
de perro chantajista, perplejo y anhelante
desde la celda de su apartamento single
con o sin mascota.

He llegado a dudar de si existen ciudades paralelas
por las que los corazones solitarios
están condenados a no cruzarse.
O que viven como la península y Canarias
a una hora de distancia.

No lo creo. Al menos hoy que llueve.

A mí me sucede, en ocasiones, que me equivoco
cuando juro con certeza
que tengo la puerta cerrada o abierta. 
 

 © Mariano Crespo Martínez



           
                      

miércoles, 17 de octubre de 2012

Génesis


 

El primer día la contempló en medio de la nada.
El segundo día la observó con la devoción de un científico.
El tercer día caminó en su derredor para ser visto.
El cuarto día le hizo un sendero de flores hasta su manantial.
El quinto día concitó a las aves canoras para crear la música.
El sexto día dirigió a ella su verbo que se hizo carne
y habitó entre sus deseos.

El séptimo día regalaron al olvido la palabra descanso.
 


 © Mariano Crespo Martínez


                   

                       

martes, 16 de octubre de 2012

Desaparecido


 
Hay personas a las que recuerdo a mi vera
los días de decepciones,
los domingos que fueron viernes santo.

Cuando se cena sopa fría y desaliento
y se blasfeman los dolorosos del rosario.

El luto sin anís y sin tabaco.

Uno es Joan Manuel Serrat.

 Otro es Cesar Vallejo.

Si me veis hablando en catalán o peruano.
 
Si me veis hablando solo.

Si no me veis, seguramente, porque me escondo.
 

 Mariano Crespo Martínez



                  
                      

Urgencia



En ocasiones tarda,
de tarde en tarde,
pero cuando la llama
arde y arde
No llames.
Ama.
 


 © Mariano Crespo Martínez



         



                    


lunes, 15 de octubre de 2012

No una vez, ciento



 
No debería decirlo.
Ni siquiera pensarlo.
Sentirlo pinta de negro
la hoja en blanco
del cuaderno escolar
que llevamos dentro
y llamamos alma
por llamarle algo.
 
Yo he deseado matar.
No miento.
No una vez.
Ciento.

Cuando leo diarios.
Cuando el abuso.
Cuando la tortura.
Cuando la rapiña.
Cuando el maltrato.

No a la pena de muerte.

Lo acato.
Lo grito.
Lo proclamo.

No a la rabia de rata
que te encierra en el rincón
a creer que matar a un ser humano
puede ser el mal menor
la urgente solución
a otro asesinato.

Hay tres razones para no matar.
Una,
dos
y tres.

Si no las comprendes
puedes confundir al héroe con el verdugo.

Si no las sientes
llorará por ti tu corazón y el del planeta.

No des más motivos al corazón para el llanto
que bastante tiene con mirar la calle
y ver como la transita el espanto.
 

 © Mariano Crespo Martínez








                            
                       

domingo, 14 de octubre de 2012

Inquilino


 
 
 
No osaré pedir una mano.
No cercenaré tu dedo
con un anillo de compromiso
mercantil y débitos.
Prefiero ser un okupa
del rincón discreto de tu corazón,
del apacible chiscón de tu cerebro
en donde germinan pensamientos
con olor a mar y a romero.
Ese inquilino de la dulzura
con derecho a besos.

 © Mariano Crespo Martínez




                  
 
 
                 

Dilema


 
 
 
La nostalgia puede que sea un error.
El futuro es un campo de minas.

Entre el error y el horror
en esta mañana,
amor,
escojo lo que imaginas.
 

 © Mariano Crespo Martínez




                     
                        

viernes, 12 de octubre de 2012

Nocturno de otoño


 


Por qué será que estos atardeceres
de la inteligencia artificial
nos hacen presagiar
las noches con candiles

y el color sepia
en nuestros retratos,
entre sombras lúgubres y hostiles.

No somos dueños de nada
de lo que estamos pagando
y estamos en la ruina
por comprar lo que nos está arruinando.

No es nuestra la casa,
ni la tierra,
ni la borrica
ni la central de datos.
No es nuestra la calle
ni la palabra
ni el software
ni el trabajo.

Nuestro latifundio es la extensa geografía
de la deuda a largo plazo.

Los herederos de la bancarrota
los accionistas del banco malo.

¡Lagarto, lagarto!

Cuando habla el Fondo Monetario Internacional
me parece estar oyendo a Nostradamus.

Cuando cabalgan los cuatro jinetes del Apocalipsis
a las palabras de los sabios las ahogan sus cascos.
 

 © Mariano Crespo Martínez





                       

jueves, 11 de octubre de 2012

Trato



 
Te ofrezco mi labrado terreno de ignorancias
para sembrarlo juntos del don de la curiosidad.

A cambio quiero que me cuentes
los viajes que no hiciste
porque la necesidad permanece más que la satisfacción.

Creo, amor, que así tendremos infinitas lunas
para descubrir los contenidos
de los continentes que nos regale el tiempo.
 


 © Mariano Crespo Martínez




                     
                    

miércoles, 10 de octubre de 2012

Paseo de otoño



Que hermoso es el paseo
con un poeta
en una mañana de otoño
cuando el sol pide a gritos
la dimisión del Gobierno.

Tú, sin embargo,

preferiste estar en Roma
en donde el Papa
nombra doctores de la iglesia
cuando el que está enfermo es el pueblo.

De rodillas en el Vaticano,
curioso lugar sagrado,
en el que el loco de Judea está proscrito
pero se recauda en su nombre,
y en dónde el único que no pierde los papeles
es el mayordomo.

© Mariano Crespo Martínez



                       

                     

martes, 9 de octubre de 2012

Muchacha con camiseta




 Esa pugna
del tirante que cae
y descubre el hombro
y le recolocan
y se rebela
y muestra la falda de la loma
y el vértigo del desfiladero.

 
Y le sujetan
mientras observan
si alguien contempló
el paisaje
y si ese hombre
merece la pena
y el tirante
ofrece
fuera de programa
otro descuido
más amplio.
 
© Mariano Crespo Martínez

©
Dibujo de Milo Manara



                      

lunes, 8 de octubre de 2012

Ritual para corazones rotos



Para que el corazón quede limpio para amar
es necesario el rito de purificarlo
con el exorcismo inverso
y así el estiércol nutrirá la tierra.

 
Consiste en sacar del baúl el odio
bajo la mirada de la luna llena
y aullar el nombre causante de la herida
hasta la ronquera.

Con el desgarro de un cantaor ebrio
vomitar la llaga y su lamento
con el asco en pleno y el húmedo desprecio
del llanto para dentro.

Freud, el austriaco, el checo,
sabía bastante de estos sortilegios
y les llamó catarsis por no llamarles jaleo.

A la mañana siguiente poner la colada
con la ropa que se empapó de un sudor
tan mezquino, fangoso y feo.

Y llevar un ramo de rosas al cementerio
para perfumar las tumbas en que defecaste
sobre sus muertos.
© Mariano Crespo Martínez 





         
                           

Los trastos

 
 
 
Los aparatos
tienen alma
cuando hacen su trabajo.
Cuando mueren
si no van al desván con los recuerdos
matan el espacio y tan solo son trastos.

Cuando un aparato solo es un trasto
es inservible y hay que apartarlo
con la urgencia que se retiran las chinas de los zapatos.

Si lo que se quiere es caminar
y no defender el privilegio de los que están tumbados.
 

 © Mariano Crespo Martínez
 
 
 
 
 
 




                

jueves, 4 de octubre de 2012

La guerra bárbara



 
Los enemigos de la cultura
compran en las subastas
nuestros amados cuadros
de los maestros de la pintura.

Especulan con oleos, pinceles y miradas.

Ponen tarifa a los museos.

Hacen usura con la palabra.
 

Asesinan con plagas a la música
que, usurpadores de oficio,
escuchan en sus hogares
con tecnología de vanguardia.

Nos han planteado batalla.
Despliegan su marina de guerra contra nuestras sirenas.
 

 © Mariano Crespo Martínez