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jueves, 28 de febrero de 2013

El silencio desde donde la música es posible



"...el silencio desde donde la música es posible,
la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua...".

Cap. 93
Rayuela. JULIO CORTAZAR.

En el CALLADO paraje en donde tienen su morada
los dioses a los que no hay ser alguno dotado
de palabras que dirija sus ruegos y plegarias.


En la mirada postrera de las despedidas
en que alguien implora amor
donde amor ya no queda.


En el confín del planeta al que no accedieron
tan siquiera los gruñidos de las bestias
ni el gentil canto de las aves.


En ese lugar en donde los que habitan Villa Soledad
son expulsados cuando demandan por piedad un murmullo.


Allá gritaré tu nombre para fundar un sueño
en la bóveda de silencio
del instante previo a que Bach inaugure ese ruido tan bello.



© Mariano Crespo Martínez









                                 

miércoles, 27 de febrero de 2013

Apeadero




Qué habrá sido de las mujeres
que esperaban a un fugado en los apeaderos.


Aquellos ojos perdidos en la nada multiplicada por cero.


A alguna invité a orujo de madrugada
- mientras fregaban para abrir o cerrar la posada-
y constaté, con sorpresa, que no había pulso pero respiraban.


Qué habrá sido de los somnolientos
mesoneros que me servían vino de la tierra
con una generosa ración de corazones rotos
por casposos viajantes de comercio o guerreros
de reemplazo sin amor, sin medallas, y sin guerra.


Qué habrá sido de aquel chaval,
alto como un chopo y de ojos glaucos,
que creía que envejecían los robles y los otros.


No recuerdo su nombre.
En una aldea de Cuenca
decían que era hijo de Ascensión y de Mariano.


© Mariano Crespo Martínez




                               

martes, 26 de febrero de 2013

Hot House




Amor mío,
en esta noche tu ausencia
hace aún más grande mi gran cama vacía.


Con estas salvajes ganas
de escribir la palabra horgasmo sin faltas de ortografía.


© Mariano Crespo Martínez








                           

lunes, 25 de febrero de 2013

La real-idad



Todas las mujeres desconfían de los sapos
por si ocultan, bajo un beso, un asqueroso príncipe.


Los sapos no gustan de mujeres sino de princesas.


Chicas para ponerlas en un altar
y vestirlas con lencería de fulanas.


En las encuestas dicen que gustan de las damas
y valoran la inteligencia.


Pero los sapos quieren,
por encima de a cualquier charca,
fidelidad a la corona
y una estirpe
para sacarse fotos entrañables.


Esto ha sido así por siglos
y lo demás no deja de ser uno de esos incontables
cuentos que ahora llaman realidad.





© Mariano Crespo Martínez





  

                                                   

Un hombre no está preparado para las verdades


                "Nunca es triste la verdad,
                 lo que no tiene es remedio".


               De una canción de
JOAN MANUEL SERRAT


Un hombre que viste de impoluto blanco,
y habla dios cuando su boca habla
está preparado para todo.



Un hombre no está preparado para nada
lo estuvo para todo cuando era niño,
cuando fue libro blanco,
labrada tierra en espera de semillas.


Cuando yo fui una piscifactoría sin peces
estaba preparado para creer en un dios uno y trino,
en una infinidad de dioses,
una posibilidad de Olimpo.


Pasarían años
hasta llegar al altar
de una diosa razón
con tetas llenas de libros como leche.


Un niño no está preparado para ser un descreído.

Come mentiras con chocolate y mata a los indios
con la energía del general Custer.


Un hombre no está preparado para ser piscifactoría
sin peces, sobre todo si todos los que pescó fueron una fábula
para satisfacer su ego
y ser pescador como San Pedro.


Un hombre no está preparado nunca
para conocer no una sino LA verdad.



No que su vida es una mentira
-eso lo admite cualquiera menos un mentiroso compulsivo-
sino que la gente que amaba,
sus amigos,
sus confidentes,
tal vez su amante,
su secretario,
y hasta el socorrido mayordomo,
le engañaron miserablemente.


El hombre,
vencido, humillado,
que acepta que no es San Pedro.
quizá se pusiere a rezar como si pudiere creer en peces.


O a pescar a dios
con un viento de poniente.


Un hombre no está preparado para las verdades
tras
edificar su vida sobre La Verdad,
ese cimiento improbable.



© Mariano Crespo Martínez




                         
                            

domingo, 24 de febrero de 2013

Cuando di pan al sediento



Hay mujeres a las que debería
haber deseado un tanto menos y amado una pizca más.


En noches de alcohol y penitencia
por los no culminados pecados,
alguna me ha dejado caer el reproche
con un rencor de mirada mate,
curiosamente por lo contrario.

Las lecciones diurnas que aprendes de noche.


No confundirte con la necesidad ajena
es algo que aprendes cuando no tiene remedio
y no merece la pena.


No os asombre si la vida os da peras de algún olmo.

© Mariano Crespo Martínez






                           

sábado, 23 de febrero de 2013

Agenda (21 de febrero, jueves)



Si yo no fuera el que soy
y el dolor ajeno no hiciese propio con avaricia de género.

Si pudiera abstraerme de esa abundancia de lágrimas
cuya humedad me entumece palabras y huesos.


Si pudiere tener una agenda
con cumpleaños y fiestas,
sin hospitales ni manifestaciones,
con salidas de compras
y no a venderme a bajo precio
por escasos elogios y euros.


Si yo no fuera el que soy.
Mejor, si la realidad no fuera tan trasto y tan triste.

Quizá, entonces...

Cuánto más apacible sería mi vida
si la gente no se arrojase a la nada por los balcones,
o se quemase a lo bonzo
con el carné de la desesperación
al corriente de cuota.


Si yo no fuera el que soy,
siento pavor hasta pensar en lo que podría hacer
arrastrado por esta rabia
que, por ser tan solo un testigo que escribe,
no se permite la irracional ira de  los dioses
y aspira a la misericordia de los buenos hombres.


© Mariano Crespo Martínez







                             

Poesía y compromiso



En estos tiempos en que se instala en la vacua retórica
la relación natural entre la poesía y el compromiso.


En estos tiempos
ya digo, en  que los prójimos
son tan solo esa visita incómoda a la libertad del individuo.


En estos tiempos
en que el otro
el tú,
el nosotros
y las organizaciones de pronombres
con un grito común,
son en sí mismas sospechosas.


En estos tiempos
en que con las lentes de la modernidad
se contempla igual de turbio
la organización de los trabajadores y la de los empresarios.


En estos tiempos
en que es tan presuntamente
corrupto el ladrón como el robado.


En estos tiempos
de desmemoria
con un viento frío que nos congela el recuerdo.


En estos tiempos
absurdos en que se ve al igual como adversario.


En estos tiempos extraños
me siento trasnochado por militar en una mujer
y tener una historia de amor con un sindicato.





© Mariano Crespo Martínez







                               

viernes, 22 de febrero de 2013

La huida



                         "Todo lo que necesitas para una película 

                                      es una pistola y una chica"

                                  Jean-Luc Godard

"Al otro lado de la puerta
alguien te está llamando.

No
abras, tú no vaya a abrir
por más que insistan.

Busca
primero entre las últimas
llaves abandonadas:
apresúrate a usar
la que cierra

                    la boca".

   TRETA PARA ACOSADOS del poemario


                "Somos el tiempo que nos queda"
          
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD


Habrá un historiador oficial pagado con lagartos
que escriba en papel timbrado con aves de rapiña
la historia oficial del cuartel en que los furrieles
eran los ideólogos.


Habrá un silencio de románico en incienso
que envolverá en polvo los archivos confidenciales
protegidos por gabardinas que envuelven fantasmas
con un nombre que no es su nombre.


Alguien quizá
contará los gritos
la huelga de ideas
la epidemia de hastío
la peste perfumada de magnolias
con las que un imperio
oculta la agonía pútrida de los sueños.


Que yo busque refugio en la clandestinidad de mis libros
y en el jardín de la higuera del ocaso
será tan irrelevante para el escriba
como mi efímero paseo por un reloj prestado.


Nadie sospechará que el sabor de tus labios
y el espejo piadoso de tus ojos
fue el orden tierno que me ayudo a discernir en el caos
entre lo verosímil y lo cierto
entre la verdad y las múltiples máscaras del engaño.


Cada cual esconde sus drogas
y su revólver de munición de orquídeas
para no evadirse como nos ordenan a diario.


Fugarse es un verbo del que no admito el imperativo.


Tú, amor, quédate con la copla
mientras un beso nos cubre la boca
.



© Mariano Crespo Martínez







                                         

jueves, 21 de febrero de 2013

Barbieri, yo y otros gatos




Ser sencillo,
siempre sencillo.
Simple, nunca,

Simple no es ni el dios verdadero
ni el sabio impostor es sencillo.

Tres sillas no son un tresillo

y el sencillo coño no es un simple agujero.


La vida es sencilla no simple, como su origen primero.


De ella,
como del último tango
en París se entiende todo.
Todo, salvo el argumento.



© Mariano Crespo Martínez







                          

miércoles, 20 de febrero de 2013

Un apunte de definición



Qué clase de poesía haces tú, papa.


Héctor está en esa edad de los hijos
en que demandan respuestas que no tenemos
con el aire ausente -en la inopia decían mis maestros-
de no interesarles en absoluto lo que contestes.


Yo hago poesía intimista, hijo, - improviso- .


.....


La poesía intimista
es aquella en la que conoces por el nombre a todos tus lectores.


Ah, bueno, eso está bien.


Yo estoy en esa edad de los padres
en que empezamos a reírnos de las cosas tristes.




© Mariano Crespo Martínez







                      

martes, 19 de febrero de 2013

Qué se espera de un proyectil




Qué se espera
de nuestro comportamiento al cumplir ocho años.

Poco, apenas nada,
como la ausencia mortal que separa tu pecho de mi cara.


Los límites los pone una avalancha de miedo
disfrazada de prudencia
cuando los años trasforman la rosa de la experiencia
en las espinas de la valla del jardín de las delicias.


Amor mío,
yo también estoy sujeto a los límites.
No me pienso morir en este siglo.


Puede que me muera en el pasado siglo
de un tiro a la puerta de casa como John Lennon,
de un concurso oficial de tiro al blanco
como John Kennedy
o de una sobredosis
de margaritas como Janis Joplin,
de desamores como Marilyn,
de corcheas como Charlie Parker.


En este siglo no me muero,
lo siento
no me parece elegante
dejar a medias tantos proyectos.


Sería un cadáver fuera de tiempo
y de reproches repleto.


Voy a comprarme una pandereta.


Tengo que aprender a tocar la Marsellesa
(himno, no señora de Marsella)
y chino por correspondencia.

Seré el primer profesor de sardana
en Venus (no el monte, el planeta).


Necesito sacarme el carné de conducir por la izquierda
ahora que está proscrita la ética.


Apunto a la vida como solamente tiemblan
los hombres en la juventud de los cincuenta.
o esas mujeres de tres juventudes,
la de los hijos,
la de los nietos,
y esa ajena que es la propia.



Soy feliz.
Soy un viejo payaso
que ignora que ya tiene arrugas
la pelota roja que le cubre la nariz
y el sombrero tiene canas.


La felicidad , triste es decirlo,
se erige con ignorancias voluntarias.


Cuando la herida del conocimiento ya ha hecho cicatriz.



En esta etapa en que me da pereza tener pereza,
solemnemente me aburren
los posibilistas que leen páginas de bolsa
de espaldas a la flor del cerezo
y la aventura por venir de la presumida cereza.


Qué se espera
del comportamiento del hombre con fortuna
cuando cumple la edad de complacerse en tu belleza.

Tengo tanto proyectos que no soy una persona
soy un proyectil con dos piernas.


Qué se espera de un proyectil
que no sea seccionarte el corazón
o reventarte la cabeza.



© Mariano Crespo Martínez






                           

El rincón de lo miserable




Inútil intento el de reducir la memoria de los mapas
ahora que soy solo explorador de la cartografía de tu cuerpo.


Poco práctico no transitar por aquellas calles.

Casi ridículo condenar al olvido algunos libros,
o cambiar de conversación cuando algo converge,
roza,
brota, emerge,
asalta,
cae.


No crees en ella pero existe.


Hay una conjura en tu cerebro
para hacerte tornar al rincón de lo miserable.


Ese ámbito de holín, moho y vinagre,
en donde solo es posible acurrucarse
y aguardar a que sea la última,
por piedad,
ocasión del destino para mostrar,
infame,
que no eres el predilecto de la belleza,
no, siempre lo sospechaste, pero ahora lo sabes.


Y que hay manchas que no salen.

Inútil intento el de reducir la memoria de los mapas,
más lúcido ser el
explorador de la cartografía de tu cuerpo.


Ningún explorador sale impoluto
de un trabajo tan hermoso como lúdico y sucio.


© Mariano Crespo Martínez






                           

lunes, 18 de febrero de 2013

El limbo de los sentimientos



Hay cosas que no tienen posible segunda mano
y -mezquina suplantación- tampoco segundos labios.


La efímera saliva caducaría rumbo a otro destinatario.


Bien es cierto que recibí afectos que eran para otro
pero siempre en el momento
-inoportuno, cierto-,
pero viví la impostura en directo.


Dónde guardar un sentimiento ya donado.


Un banco de sentimientos
es una contradicción en los términos.


En qué rincon nuestro guardamos lo ajeno.


Qué se hace con los besos devueltos que envíamos por correo.


Cómo administramos el deshaucio
del pretérito amor
que nos devuelve los fluidos
ya secos de la pasión por mensajero.


Los testimonios de primaveras pútridas.


Esas fotos, de cuando enredados, partidas por el medio.


El limbo de los sentimiento ni justo es, ni es de los justos.


El sitio de aquellos que se les negó la muerte.
El corredor de los sustos.



Ese lugar, tras la frontera, de gente sin nombre
y poemas anónimos
al que llegaron las vías del ferrocarril
pero el tren descarriló tres pueblos antes del tedio.


© Mariano Crespo Martínez





                       

Descripción desapasionada




De ella me gusta casi todo.

Para ser concreto, preciso, sobrio:
más el todo que el casi.



© Mariano Crespo Martínez

© Tratamiento de imagen TOMAS MONTERO


                     

                               

domingo, 17 de febrero de 2013

Realismo y surrelalismo (Una aproximación para estudiantes)



"Despues de que Kafka la hubiera superado, la frontera de lo inverosímil quedó sin policiás, sin aduaneros, abierta para siempre".
     
La frontera de lo inverosímil ya no está vigilada.
El telón
                              
MILAN KUNDERA

                          A P.M.B. que ama el realismo hasta el delirio.


Cuando Luis Bárcenas, el conocido insecto,
se despertó una mañana, después de un sueño intranquilo,
sobre su cama, convertido en un ciudadano dilecto,
advirtió que la lectura de Balzac, Flaubert o Proust
era un conjuro literario de inmediato efecto.


Comprendió que si elevaba su talla moral
empequeñecía su seguridad,
tras contestar al teléfono.
Tenía boca, Podría decir verdad.
Luego, era infinitamente más molesto.



© Mariano Crespo Martínez
 




                    

                      
                          

viernes, 15 de febrero de 2013

Tú, yo y los cruces de caminos



                           "Hoy estoy más contento
                             porque monto un caballo de veras".
                    
                 Cada cosa, cada cosa.
"La destrucción o el amor"                              VICENTE ALEIXANDRE


                                                                        A Iñaki.



Hoy te me has colado en el recuerdo
como vienen a la memoria los gatos
cuando la gatera hace recuento de los pelos dejados.


A diferentes revoluciones, militamos en el mismo partido,
amamos a las mismas mujeres, de distintas maneras,
compartimos el mismo piso,
las vistas mismas, la misma cama.


Bebimos vino en el único vaso
y hasta esta tarde de invierno
no he comprendido porqué te quiero
tanto como me resultas un extraño.


Fuimos la breve conversación en la zona de tránsito
de aeropuertos


Los últimos clientes en la cantina de los trenes expreso.


No apagamos la luz en el cuarto de los sueños
ni pusimos el cártel de se traspasa por fracaso.


Sencillamente, no regresamos.


Tú hiciste un pacto sellado en tiempo con el éxito.
Yo me afilié al destino sencillo de un barrio.


Ya ves, tan juntos,
tan lejanos.


Nos citamos en todos los puentes
ignorando, lo que conocen los ríos, que los puentes son de paso.




© Mariano Crespo Martínez







                                 
                             

jueves, 14 de febrero de 2013

Aunque me haya rehecho



    "Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos"
                            RAFAEL ALBERTI


Deberían poder retirarte la mayoría de edad
como quién hace un borrón en el Libro de Registro.


 Apartarte de la custodia de ti mismo.


Lo digo, ahora, con la experiencia
de este retorno a la infancia
que disfrutamos los que crecimos
en un precipitado y loco destino.




Yo llegué a mayor demasiado joven.


Fui poseedor del superlativo de cretino.


Me emborraché de insolencia
en la peor añada de ese mal vino.


 Paseé una mirada intolerancia por los parques.


Juzgué sin piedad algún alma y algún hecho
sin estudiar para dios
y sin aprobar derecho.


Fui un viejo severo y no un buen hijo,
un redicho fui
aunque me haya rehecho.


La vida no perdió ocasiónde ponerme la cara como un cristo
y una lección tardía como un estoque en el costado.

Con todo mi peor pecado
consistió en pensar la peregrina idea
de que para llegar a estatua antes hay que ser  de piedra.

Al pasado le llamo bien pasado
porque, amigo, en más de una ocasión me pasé de listo.




© Mariano Crespo Martínez







                

                         

Retorno al innombrable



Salió a la luna trajeado de asco
como para otra jornada adicta a las rutinas
por la vía intravenosa que el corazón lastima.



Hiere más la desolación que las espinas.



No regresó a su casa aquella noche.


No hay constancia de denuncia.


Una acera permisiva.


Una palabra acertada como casi nunca.


Los muebles del desamor
apeteciendo de urgencia una mudanza.



Olvido de contar hasta cien
antes de arrancar las bragas al misterio
como aconseja el catecismo del cobarde.



Una mujer resuelta a arrojar
los flotadores por la borda,
ahogada por la seguridad
y el te lo juro que no vuelvo.



Hay un lugar de calles boca abajo.

en donde el amor es innombrable.



Un incendio
con dos pirómanos y dos víctimas
de esa serpiente
de aquella almeja
que huyen de la tienda de congelados
en cada luna llena.


En la vida a veces suceden imprevistos
que justifican la palabra extraordinario

y le brotan apasionadas rosas rojas
a la fecha más gris del calendario.



Todo parece
como si sucediera
que notas humedad de lengua en una oreja,
y en el boulevard de tu entrepierna
un ángel toca el arpa por si tienen a bien pagarte el billete al cielo.



© Mariano Crespo Martínez







                         

miércoles, 13 de febrero de 2013

Magisterio extraterrestre


              "Pero, como si fuera uno de aquellos que hace ya
           tanto tiempo de todo tuvieron que huir, incluso
          de su patria terrenal, adquiero la certeza
          de mi definitivo exilio en el tiempo.

         "En esta eterna visión"
                   del poemario
"Caminante que perdió su guía"
                                DANIEL OLMOS



La primera lección que aprendí contigo
es que desarrollo la fea costumbre de huir
cuando siento el deseo intraterrestre de ser invadido.


Lo que ignoraba es que el amor galáctico no descarta a fugitivos.


© Mariano Crespo Martínez




                          

                                

martes, 12 de febrero de 2013

Con mi sangre por tinta



              " Et nous alimentons nos aimables remords,
             Comme les mendiants nourrissent leur vermine..."
                        "Au lecteur", Les Fleurs du Mal
                           CHARLES BUDELAIRE


                          "Al mismo tiempo que leo
                            el verso en que recrea Baudelaire
                            la imagen de una serpiente
                            que baila sobre la punta de un palo,
                            alguien le dice a alguien al oído
                            esa frase que siempre quiso oír
                            para sentir por una vez
                           el estremecimiento ante el abismo del futuro..."
                 "París, librerías de viejo" Escaparate de venenos
                              FELIPE BENÍTEZ REYES



Pude soportar perder la fe en el partido.
Llevo con pesadumbre estar en el bando de los depredadores.
Jueves hay en que la orfandad de un dios me produce fiebre.
Releo mis pecados en la timba de los perdedores
cuando el croupier está muy bebido,
repasa la tabla de los panes y los peces
y multiplica gato por liebre.


Sentimiento de culpa.
Sentimiento de culpa.
Sentimiento de culpa.
Las tres caprichosas islas
que eligieron llevarme a una cosa desierta poeta.

Desde este maldito archipiélago
en donde cuido mis remordimientos
os remito mis gladiolos rojos,
mis monólogos como extintas estrellas,
con mi sangre por tinta
en redentoras botellas.


© Mariano Crespo Martínez







                             

lunes, 11 de febrero de 2013

Maná, miel, manzana, ambrosía, veneno...



Madrid, a más de 800 días de mi refundación,
Febrero de 2013


Mi amada amiga.


Mi fascinación por ti es extraña.
Intento desordenar el mundo, o sea me explico.


El encanto de algunas mujeres reside en dejarte con las ganas.


Hay preguntas que nos seducen
porque, coquetas, nos extrañan cada día de sus respuestas.


Lo inalcanzable es la obsesión
de quienes pasan por el deseo de puntillas,


En este estado demente de las cosas.


Que estoy feliz, pleno, desencantado de conocerte,
quería decirte.


Sobre la pregunta, amor, ya sabes la respuesta.


Llegué para comerme el mundo.
Maná, miel, manzana, ambrosía, veneno.
No renuncié a ningún señuelo.



Carezco ya de ese hambre, amor,
pero me devuelves voraz al apetito cada vez que.




© Mariano Crespo Martínez