
Algunos, los más tristes,
de los que miran la lluvia
como yo, ahora, por la ventana,
me comprenderán a la primera:
No hay que perdonar
a algunas mujeres
para amarlas.
Hay que perdonarse
uno
y que las circunstancias
como yo, ahora, por la ventana,
me comprenderán a la primera:
No hay que perdonar
a algunas mujeres
para amarlas.
Hay que perdonarse
uno
y que las circunstancias
se jodan.
Alguna mujer mirará ahora la lluvia.
Mariano Crespo
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