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martes, 12 de agosto de 2014

Presente


Hay que mirar cada día 
como si fuese el último. 

Lo he logrado 
porque me meto bien 
en el papel de víctima
y más ahora 
que no son fijos los contratos. 

Lo que llevo peor 
no es morir cada noche
sino el despertar efímero 
que deja el sueño eterno. 
y ese sabor a melancolía 
pegado al cielo del paladar
de la primera primavera 
en el último invierno. 

© Mariano Crespo

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