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miércoles, 1 de febrero de 2012

Autorretrato en miércoles de cenizo


Es posible que hayan oído eso de que tengo
alma de metal, olor a tienda de ultramarinos.
Disculpen, de la buena uva es de donde vengo
como el origen pisado de los buenos vinos.

Es cierto que no doy una partida por perdida
incluso si tu rompes la baraja o robas el dado.
No mienten los que dicen que no mostré la herida
para no darte el gusto de que me has matado.

Hay dos aceras en las calles en las que he vivido
las que paseo indolente, con paso de tortuga,
las que sin plano, con mal azar, me he perdido.
En ambas me salieron canas y la primera arruga.

He muerto con la despedida de cada amigo.
Bailo a solas cuando no contengo el llanto.
Me molesta que citen aquello que no digo
Me jode lo fácil, Con 7 y media no me planto.

Disfruto con la curiosidad, con el ingenio,
con la lluvia, el jazz, el cine y el teatro.
Para quien no gusta de mí no tengo remedio.
para el que me ama, bueno, son solo cuatro.

Y debido a que me sobra un dedo de la mano
para contar los que llorarán en mi entierro
voy cuesta arriba cuando el camino es llano,
maúllo gato a los que me ladran perro.

Si queréis que os diga la verdad que no se nota
sobre la imagen que me devuelve el espejo
os confesaré que soy un redomado idiota
al que el tiempo no hizo sabio sino viejo.

Pero al revés que en el western a las caravanas
me gusta ser  un tipo con sombrero, rodeado.
Mas no por insensatos, locos, mentes vanas
A mí me alimenta lo que deshecha el mercado.

Quien me ha querido conocer me ha conocido
el que pretendió engañarme hizo su agosto.
Al que algo me enseñó, eternamente agradecido
Me reprocho el venderme a precio de costo.

No me salen las cuentas, disfruto con los cuentos.
Me disgusta de mi vida el rito del corazón roto.
Me chifla ser la gota del vaso que colmó el beso.
Y dar la nota ante la estupidez cuando la noto.

Por lo demás, ya sabéis todos en donde habito,
en una ciudad gris, en la deriva de un planeta,
en un tiempo limitado medido  en reloj maldito.
A la espera  del juicio final, de la  puta trompeta.






3 comentarios:

  1. Sin comentarios

    Quien me ha querido conocer me ha conocido
    el que pretendió engañarme hizo su agosto.

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  2. Te reconozco en este autorretrato, has sido casi fiel. Es cierto cuando dices que nunca das una partida por perdida, cierto ese dolor sentido cuando se va un amigo, fiel hasta más allá de su muerte, curioso hasta decir basta pero mientes como un redomado cuando dices que sólo te quieren cuatro. Eres vanidosillo y sabes bien que cuando te miras al espejo no ves un idiota sino a un hombre que sabe vivir la vida que es leal, coherente con lo que piensa y siente, un hombre sensible, inteligente, a un amigo y para mí una de las personas más importantes de mi vida.

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    1. Me abrumas no solo con tus palabras, sin con tu cariño cotidiano. Yo pongo palabras pero tu eres el aliento que me las inspira. Te quiero.

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