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lunes, 18 de marzo de 2013

Pacifista como Albert Camus




Algunas personas se indignan por el suceso
tan trivial de que el nuevo
patriotismo sea el de marcas comerciales.
Que se mate por soldada
y no por honor y épica.


Que la vida sea mercenaria y no de regalo u oferta.


Para mí tengo que, simplemente,
eliminaron los señuelos,
las coartadas,
las tapaderas,
los engaños.


Las guerras oficiales
siempre se hicieron para robar lo que otro tiene
o no pagar las deudas propias
o restaurar el orden imperante de los dueños de la tierra.


Y de paso,
hacer a las mujeres ajenas lo prohibido con las nuestras,
saquear sus propiedades,
quemar sus templos
y borrar su pensamiento y linajes.


La barra libre de las patrias, las banderas y los dioses.


Magnos inventos para tapar intereses tan mezquinos y simples.


Leí a Albert Camus.
Estuve y estoy de acuerdo.
Aunque le hicieran callar
a derecha e izquierda, tras Argelia.
Lo siento.
Hablamos de que el fin justifica los medios.
Y los fines, qun los justifica.
Los medios, los medios, hermanos, los medios.


No lo olvidemos si queremos evolucionar el revolucionario.
Hacer humanos los cambios.
Construir personas, no fabricar mercenarios.


En lo pequeño se alberga la grandeza
al igual que el cambio del planeta
en cada uno comienza.


No se me irriten si les digo que prefiero las cosas claras
y que nadie crea que es un heroe cuando de asesino ejerza.



© Mariano Crespo Martínez





                            

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