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viernes, 8 de junio de 2012

Vivir de oído





Si a las mujeres, dicen como lugar común,
se las conquista por el oído,

debo de ser muy femenino.


No hablo del alimento de la vanidad
conocido por estas tierras como halago.

Hablo de amor, de ternura, deseo.
Hablo de sexo, perdón de saxo.
Hablo de ti y de Lester Young.

Recuerdo tus palabras y su ritmo.
Suelo ocultar que bailo con la orquesta de tu voz piano piano.

Al igual que la mayoría de los músicos callejeros suelo tocar de oido.

Y ser tocado.

Las partituras entorpecen más que ayudan para invadir un corazón y un cerebro.
© Mariano Crespo Martínez


               
                           

2 comentarios:

  1. Creo que me has plagiado un poema antes de darme tiempo a escribirlo.
    Grande!

    Gracias, Mariano.

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  2. Soy un ladrón profético vocacional. ¡¡¡Fantástico!!!
    Un besazo...

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