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domingo, 25 de noviembre de 2012

La prudencia



- Odiaría odiarte.


 - Me enseñaron que dos negaciones afirman.

- Empieza a desnudarte.

Los poetas como los ventrílocuos
hacen portavoces a sus muñecos de su libre lenguaje.
No ponen cara a la palabra.
Son cobardes.


La prudencia en el amor, la carencia de coraje,
es de las cobardías la menos noble.

 Es fría, calculada y respetable.
 
 

 © Mariano Crespo Martínez




                    

1 comentario:

  1. A veces peco de prudencia. En el amor jamás. Puede que eso me salve de mi misma.

    Como siempre, gracias.

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