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martes, 26 de junio de 2012

El pueblo en donde levantaré mi casa






No tengo casa, pero llegaré a tenerla.

Como me parece vulgar empezarla por el tejado
la he comenzado por el pueblo.

Una villa en la que mi mente ya está empadronada
y que tiene más de lo que precisa
un hombre
con mis vicios y costumbres.

Juzguen ustedes.

Hay un escudo señorial
que si lo acaricias brota la amapola del olvido.
Hay un campanario
con nido de cigüeña instalado en mi reloj.
Hay un guardia de farmacia
repartiendo libros de Vallejo.
Hay una torre inclinada
al paso de las muchachas en flor.
Hay un cura, dos curanderos,
tres brujas y un tele-club.
Hay una noticia que corre de boca en boca

por vacante de pregonero.
Hay una princesa consorte
casada con el concejal de cultura.
Hay una fiesta matronal
en la que arden en la pira los patrones.
Hay palacio de Justicia
con juez de aquí paz y después gloria.
Hay un cementerio
a la espera infructuosa de su muerto inaugural.
Hay vecinos bárbaros
que lloran en el cine y los bautizos.
Hay una brigada de hombres-bobos
que se transforman en sabios por luna llena.
Hay una general en huelga
y un cabo de puesto sin cuartel.
Hay médico
pero hace 33 años que esta de baja por mal de altura.
Hay una virgen
–dicen las malas lenguas- sin romería.
Hay una higuera
en el clausurado burdel que no da higos de puta.
Hay una víbora de boca venenosa
pero no muerde y es forastera.
Hay un astronauta empadronado
que nos cae por Nochebuena.
Hay un sota, un caballo y un siete de copas
trabajando de carteros.
Hay una semana de pasión
y cuarenta de desgana de licencia matrimonial.
Hay gallinas ponedoras de huevos de oro
con dos yemas por quilates.
Hay un yacimiento de cabrón
que nadie ha extraído o levantado.
Hay un apeadero de diligencias
y una terminal de burros.
Hay una nube que da sombra al mediodía
subvencionada por la Unión Europea.
Hay niños, rifas, paloduz, rio, lagartijas,
cromos, chapas, peonzas y ranas.
Hay una ruinas romanas,
no las que provocó la puta heroína.
Hay un ajetreado matrimonio gay:
el pirómano y el bombero.
Hay un faro cerrado
porque dicen Muerto al Mar de Lágrimas.
Hay vacas lecheras
y vacas que prefieren tomar café.

Hay un cronista oficial de la villa que es quien esto firma y rubrica.
 


 © Mariano Crespo Martínez



                      

2 comentarios:

  1. Original tu pueblo, me gusta por la imaginación que tienes. Genial mi Querido Poeta.

    Tot es posible:))
    El temps no conta, ni l'espai,
    qualsevol nit pot sortir el sol.

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  2. Gracias. Los que no tenemos casa ni pueblo tenemos que inventarlo.
    Un beso.

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